30 dependientes a la espera de asistente

«No habrá avalancha de peticiones, pero sí hay unos 30 casos que sabemos que necesitan asistente personal». La presidenta del Comité de Representantes con Discapacidad en Asturias (Cermi) y vicepresidenta de Cocemfe, Mónica Oviedo, aplaude la universalización que Asturias acaba de llevar a cabo con la figura del asistente personal. Tal y como adelantó EL COMERCIO, desde el 1 de julio todas las personas con dependencia pueden optar a este servicio, «antes limitado a personas que trabajaran o estudiaran, lo que no era justo», asegura Oviedo.

Porque contar con un asistente personal fue, recuerda la presidenta del Cermi, uno de los objetivos de la Ley de la Dependencia. Antes de su entrada en vigor quedó claro que la principal demanda era la necesidad de autonomía, porque «personas con discapacidad física, pero sin ningún problema intelectual, reclamaban ayuda profesional para realizar las actividades básicas de la vida diaria, es decir, para levantarse, acostarse o asearse, sin depender de sus familiares para ello».

Gráficamente, la presidenta de Amdas La Fonte, Sila Murillo, explica que «mi marido es mi amante, mi amigo, pero no tiene porqué cambiarme los pañales. Yo quiero que eso lo haga un profesional».

Sin embargo, cinco años después de la entrada en vigor de la Ley de la Dependencia, de los 746.702 beneficiarios que de ella existen en España sólo 1.181 tienen asistente personal. De ellos, 1.023 están registrados, exclusivamente, en el País Vasco. Ni siquiera hay asistentes en todas las comunidades autónomas. Sólo disfrutan de este servicio dependientes de Galicia (46), Castilla y León (45), Madrid (24), Cataluña (16), Andalucía (15), Castilla-La Mancha (7), Asturias (3), Valencia (2) y Navarra (1).

715 euros de ayuda

Para MónicaOviedo, el problema no ha sido tanto económico -la ayuda para un asistente personal llega a los 715 euros, mientras que la media de un cuidador familiar no pasa de 300- «como de legislación. Creo que las administraciones, directamente, se olvidaron de esta figura. Apostaron por otros servicios, sin tener en cuenta que las personas con discapacidad física quieren vivir en sus casas, no ingresar en geriátricos».

Precisamente, ésa era la propuesta que desde Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) se le realizó a Rafael Funes, el entreguino que ha llevado a los titulares los incumplimientos de la Ley de la Dependencia. A pesar de tratarse de una persona con máximo nivel de dependencia, -debido a la tetraparesia que le impide controlar su cuerpo-, de ser una persona activa -dirige el centro social de El Entrego- y de su actividad política -militante socialista, integró la comisión de barreras que impulsó la casi total accesibilidad del concejo-, Funes vive de la pensión de su padre. Una pensión ahora destinada a pagar la estancia del padre en un geriátrico.

Oviedo considera que Funes es «un candidato perfecto al asistente personal». También lo considera él, que ya solicitó la modificación de su actual Plan Individual de Atención (PIA), por el que cuenta sólo con 278 euros de ayuda mensual para pagar a su cuidador familiar, que era su padre. Funes exige que su cuidadora, Nadine Franco, sea considerada asistente personal. De ese modo, 715 euros de su salario lo financiará la ley.

Desde Cocemfe, reiterarán las campañas de información para que todos los dependientes asturianos que quieran contar con asistente lo soliciten, «ya que ahora la figura está abierta a todos» y recuerda que es un elemento «generador de empleo». La entidad se ha pasado los últimos años formando a asistentes personales «que, finalmente, han acabado en ayuda a domicilio».

Por su parte, Sila Murillo pondrá en marcha un proceso informativo, «porque esta figura es la más importante para nosotros, que exigimos, sobre todo, independencia».