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Las travesuras de Pipi Estrada: "He estado con 3.000 mujeres"
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Las travesuras de Pipi Estrada: "He estado con 3.000 mujeres"

Unas fotos desnudo vuelven a situar al asturiano en el candelero. A sus 55 años, el eterno adolescente confiesa que es adicto al sexo

ESTHER REQUENA

Sábado, 23 de febrero 2013, 13:23

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Cuando uno piensa con la bragueta pasan estas cosas». La frase sale de la boca de José Manuel Estrada (Gijón, 1957), más conocido como Pipi Estrada. El periodista conoce a la perfección cuál es su debilidad: las mujeres. O más bien el sexo, al que se reconoce adicto... pero que también le da algún mal rato. Como esta semana, cuando se encontró de buenas a primeras dos fotos suyas totalmente desnudo circulando por internet y su teléfono sonando sin parar tras filtrarse su número. Y todo por ligar virtualmente con una chica que finalmente terminó siendo un troll que le jugó una mala pasada y que dejó al aire sus más íntimos encantos. Aunque, eso sí, su pipón como lo tituló la revista Sorpresa ya dio la vuelta a España en 2006.

Odiado y querido a partes iguales, Pipi porque comparaban sus travesuras con las de Pipi Calzaslargas siempre se las arregla para situarse en el epicentro de la polémica. En los últimos tres meses la culpa la han tenido sus móviles. Primero uno que le robaron del que al parecer salió la primera gran lista de teléfonos de famosos, incluido el de su exsuegra María Teresa Campos. Y cuando las aguas estaban calmadas aparecen sus imágenes en cueros revolucionando las redes sociales.

Ocho años después de que su primera mujer le tirase la ropa por la ventana tras enterarse de que mantenía un romance con Terelu Campos, el asturiano se alza como un fijo en el mundo del cuore televisivo. «Yo nunca quise ser personaje, pero las circunstancias me han convertido en eso», ha comentado en alguna ocasión. Y, desde luego, le va estupendamente. Se encuentra de lo más cómodo en su doble faceta de periodista deportivo y tertuliano del corazón. Aunque ahora peligra su puesto como consejero del amor en el programa Mujeres y hombres y viceversa tras acusarle Rafa Mora de pasar los contactos de las chicas del programa a futbolistas. Por el momento lo han apartado del espacio mientras él se defiende de la acusación junto a su ex Miriam Sánchez, a quien culpan de encubrirle.

«Pipi es tonto de tan buena persona que es», revelan sus compañeros de fatiga. Ellos ya conocían su fama de don Juan cuando no era más que un simple periodista radiofónico en los viajes de La Roja. Daba igual que llevase 15 años casado con Teresa su gran amor de juventud y tuviese dos hijos. Era capaz de saltarse algún entrenamiento antes de un partido internacional por quedarse en el hotel con alguna de sus múltiples amigas. «Porque tenía en casi todos los puertos», recuerdan entre risas. De hecho, él mismo detalla que la etiqueta de ligón la lleva en la sangre gracias a los genes heredados de su padre, ese que perdió cuando solo contaba con 22 años y que era buen amigo del actor Arturo Fernández.

Solo unos años antes, el asturiano al que por supuesto le pirra la fabada había hecho las maletas para plantarse en la capital. Comenzó a trabajar como relaciones públicas en alguna discoteca de moda. Pero a él la noche no lo confundió y sí, en cambio, le ayudó a tejer una importante red de conocidos entre deportistas y gente influyente. De ahí desembarcaría en la radio de la mano de José María García. Empezó en el medio en 1987 y no lo ha abandonado nunca pese a su boom mediático. Ha cubierto el día a día tanto del Real Madrid como de la Selección. Ahora hace lo propio en EsRadio y lo compagina con Punto Pelota y Marca.

A la altura de Beckham

Más difícil de esbozar se antoja su currículum sentimental. Pipi se vanagloria de haber estado con más de 3.000 mujeres, prostitutas incluidas una incluso le llegó a robar hasta el anillo de casado. ¡Qué tiemble Julio Iglesias que su récord está en juego! A Beckham lo ha superado... o al menos se ha puesto a su misma altura. Una noche, ante el asombro de sus colegas periodistas, Estrada le soltó al futbolista inglés «Niño, (Pipi llama a todo el mundo niño) con lo de nuestras chicas tenemos revolucionados a los paparazzi». Se refería, claro, a sus respectivos amoríos. En ese momento él andaba con Terelu y se especulaba que el marido de Victoria tenía más que palabras con Ana Obregón.

Los líos de faldas de este crack del corazón vienen de lejos. Comenzaron con 15 años, en Gijón, nada menos que con una señora de 40, «no muy agraciada», que se encaprichó de él. «Me desvirgó en un taxi», relata con toda normalidad. Porque Pipi no escatima en morbosos detalles. ¡Si hasta noveló sus crónicas sobre su vida sexual con Terelu en Interviú! Aunque sus memorias sobre desaforados encuentros sexuales (cuartos de baño de restaurantes incluidos) le valieron su paso por los juzgados y una indemnización de 43.000 euros a su ex por las perlitas que soltó.

Terelu Campos lanzó a su novio directo al estrellato, pero su relación de apenas dos años y medio terminó como el rosario de la aurora entre acusaciones de infidelidad. Él y su versión iban saltando de plató en plató y en uno de ellos surgió la chispa con la actriz porno Lucía Lapiedra (ahora Miriam Sánchez) 24 años menor que el periodista. Acaban de poner punto pelota a seis años de noviazgo. O eso dicen. Porque las idas y venidas, con polígrafos, varios Sálvame de por medio e infidelidades aireadas, han sido múltiples... La caja tiene que seguir haciendo clin.

«Esta relación como pareja no tiene retorno. Pero ahora mismo estamos pasando por el mejor momento personal», confesó hace unos días a sus 323.000 seguidores en Twitter. Y todo por el bien de su hija de cinco años (también llamada Miriam), que por cierto le convirtió en padre de familia numerosa tras sumarse a los dos primeros hijos de su matrimonio, que ya tienen 32 y 26 años.

A sus 55 tacos, Pipi sabe que lo suyo no es la fidelidad con tanto pensar con la bragueta. Y, por supuesto, conoce la sensación de llevar cuernos, los últimos reconocidos en público por su ex Miriam Sánchez. «Así se ve mejor la tele», ironiza con humor sobre sus antenas. Incluso sus hijos le llaman «fantasma» por las aventuras sexuales que les cuenta de vez en cuando, como aquella del director de una sucursal bancaria que le dejó hacer el amor en la caja fuerte: «Miriam estaba enganchada a los tacos de billetes. Lo hicimos rápido, era un poco angustioso y claustrofóbico».

Desde luego Pipi no piensa cambiar... y ya está a la caza de nuevas conquistas. Sobre todo en los bolos nocturnos que le salen, aunque también ha reconocido que se ha enrollado con alguna chica de Mujeres, hombres y viceversa. A un lustro de los 60, luce buena planta y se cuida al máximo. Tarda en arreglarse casi más que una mujer, se embadurna a diario de cremas y prefiere ir depilado. No es de extrañar que cuando vio sus últimas fotos desnudo en la tele soltase: «Para tener cincuenta y tantos, el chaval está muy bien». Porque Pipi Estrada tiene mucho de Peter Pan. O más bien, de «eterno adolescente», como le definió Valdano.

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