La contaminación por micropartículas vuelve a elevarse en Gijón, Oviedo y Avilés

Las nubes sumaron ayer su tercer día sin precipitaciones fuera de la cordillera y las rachas máximas de viento no pasaron de los 32 kilómetros por hora en Cabo Peñas, lo que apenas supone una ligera brisa. La estabilidad vuelve a dominar los cielos asturianos y con ella regresa la concentración de contaminantes en suspensión.

Ayer a las 19.30 horas once de las 15 estaciones que miden la polución atmosférica en las zonas de Gijón, Oviedo y Avilés mostraban valores excesivos en las micropartículas de tipo PM 10. En todas ellas el promedio de las 24 horas anteriores superaba el umbral de los 50 microgramos por metro cúbico, que es el límite máximo permitido para este tipo de partículas en suspensión. Rebasar esta concentración supone que el aire es «poco saludable» para ciudadanos con enfermedades de corazón o del pulmón, ancianos y niños, según la escala trazada por el Observatorio de la Calidad del Aire, un organismo independiente.

Los protocolos elaborados por el Principado con los ayuntamientos de Gijón y Avilés exigen la sucesión de tres días en estas condiciones para activar el nivel de prealerta, que es el que empieza a movilizar restricciones para el tráfico pesado y advertencias para la población.

A falta de un convenio similar, Oviedo está reproduciendo las mismas prescripciones para controlar lo que sucede en la estación del Palacio de los Deportes, que amenaza con exceder los 35 días anuales de incumplimiento con que transige el Ministerio de Medio Ambiente. Por de pronto el miércoles sumó una nueva jornada de exceso de PM 10 y anoche estaba a punto de anotarse otra.

El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Antonio Manuel Mora, concedió ayer que existe «un factor meteorológico» a tener en cuenta a la hora de leer estos datos. Según expuso, las situaciones de tiempo anticiclónico se traducen en vientos flojos e inversión térmica, «lo que dificulta la dispersión de los contaminantes».