Borrar
Danny Daniel ofrece su mejor pose en el paseo de Begoña. «Hazme del lau buenu», le pidió al fotógrafo.
«Cuando me oiga Lady Gaga, va a flipar»

«Cuando me oiga Lady Gaga, va a flipar»

es la estrella del Día de Asturias y quiere serlo de todos los asturianos: «Me conocen 200.000, pero quiero que me conozca un millón. Como si tengo que poner dinero. Y punto»

Azahara Villacorta

Lunes, 7 de septiembre 2015, 08:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si les dicen Daniel Candón de la Campa puede que no caigan, pero hablar de Danny Daniel es hablar con palabras mayores. El cantante y compositor nacido en su Gijón del alma en 1942 será el encargado de abrir esta noche las celebraciones del Día de Asturias en Colunga con «el mayor caché de todos los tiempos», según su representante. Danny es una auténtica estrella mundial y lo sabe.

-Vendió once millones de discos en un solo año y fue número uno en medio mundo.

-No me pagaron tanto. Seguro. Yo creo que, solo de El vals de las mariposas, pude vender en España cinco o seis millones de discos.

-Vaya pelotazo, ¿no?

-Sí, sí. Fue increíble.

-¿No está un poco cansado del dichoso vals?

-No. De lo que estoy rabiao es de que los derechos de autor no sean los que tienen que ser. Es vergonzoso lo que han caído. En todas las bodas, siempre se acaba con el vals, pero es que en México suena en un millón de eventos cada año. Aunque ni los que la tocan saben de quién coño ye. Y entras en internet y te quedas alucinao. Eso es lo único que me enerva a mí, vida mía. Yo tenía que estar en el Piles con una cañina pescando y mi vida, resuelta.

-¿Cómo fue lo de cambiar Daniel Candón por Danny Daniel?

-Porque, a la hora de buscar un nombre artístico, ninguno de los apellidos eran muy allá: Daniel Candón de la Campa. ¿Cómo me iba a llamar? ¿Daniel Candón? No, porque podían decir Daniel Condón. ¿De la Campa? Tampoco. Se nos ocurrió Daniel Daniel, pero mi madre me llamaba Dani. Era la única. Y así se quedó.

-¿Le llamó el Gobierno para ofrecerle el Día de Asturias?

-No. Llamome el gallu esti. (Señala a su representante extraoficial, un amigo de toda la vida). Y me sorprendió. Porque yo siempre tuve el concepto de que no era profeta en mi tierra.

-¿Sigue pensando eso?

-No lo sé. Por eso me sorprendió mucho también cuando me llamaron para dar el pregón en Gijón.

-Y para las fiestas avilesinas de San Agustín. Que menuda la que se montó cuando un concejal del PP dijo que su concierto no estaba a la altura del festejo...

-Coño, ¿te acuerdas de eso también? Pero qué perro, ¿eh? Qué mala persona. Creo que ese estuvo escondido no sé cuánto tiempo porque el concierto fue un éxito tremendo. Una pasada. Yo lo disculpo. No le tengo rencor.

-¿Le hace ilusión actuar esta noche en Colunga?

-Hombre, claro que me hace ilusión, cariño. Lo único que me faltaba como asturiano es que me trajesen al Día de Asturias, pero yo sabía que eso podía suceder algún día. A mí me conocen 200.000 asturianos pero quiero que me conozca el millón que somos. Ahora sale el documental sobre mi vida y se va a proyectar en todas las salas de cine. Como si tengo que poner dinero de mi bolsillo. Eso está así. Y punto. Con el documental vas a flipar. Se estrenará en el Festival de Cine y va a ser tremendo.

-Cobrará un buen caché, además.

-Eso ye lo de menos. ¿Cómo voy a venir yo a Asturias a hacerme rico? ¿Cómo voy a dejar de actuar el Día de Asturias por dos euros más o tres menos? Cantaré Asturias, pienso en ti. Cuando hice esa canción, lloré más que nunca. Me he dado cuenta de que el amor de mi vida no fue una mujer. El amor de mi vida siempre fue Asturias.

-¿Por qué no reconocemos a nuestros artistas como se merecen?

-Yo pienso que lo mío fue una cosa extraña. Los que me conocen bien saben que yo jugaba al fútbol hasta que una lesión me mandó al carajo. Lo del fútbol para mí fue un calvario. Entonces, mucha gente de aquí de Gijón todavía no se cree que canto. Y, sobre todo, cuando hago lírica. Porque tengo voz de tenor. Se quedan flipaos. Con el próximo disco vais a flipar. No creo que tarde más de un mes y medio en salir. El título es La voz de mi alma. ¿Te gusta?

-¿No se le pasa por la cabeza la idea de jubilarse?

-¿Por qué me voy a tener que jubilar? Hay dos artistas en el mundo que son el ejemplo: uno es Charles Aznavour, que tiene 96 años, y otro es Tony Bennett. Si entras en intenet y pones Tony Bennet y Lady Gaga flipas, mi vida, flipas.

-¿Le gustaría grabar con ella?

-Hombre, por favor, me encantaría. Algún día, cuando ella escuche lo que hago de ópera, posiblemente flipe también. Tampoco lo veo tan distante, porque puedo competir perfectamente con Tony Bennet. Sin ninguna duda.

-Con lo que no flipa usted es con la política.

-Yo soy apolítico. Nadie me identifica con nadie, cariño. Yo soy del Sporting.

-¿Cómo ve a los del Pitu?

-Toi asustau. Asustau. Una semana antes del partido con el Madrid comí con Quini. Le dije: «Oye, gallu. ¿Por qué no se va a poder ganar?». Pues se empató. Y, además, se demostró una cosa: el Real Madrid tiene unos jugadores que ganan una millonada, pero físicamente no hay ninguna diferencia con los del Sporting. La diferencia es la pasta. Pero lo que gana un partido es esto, esto y esto (se señala la cabeza, el corazón y la entrepierna). Hay que tener cojones. Salir al campo y morder.

-No jugará al fútbol, pero lo veo cuadrado. Fierro puro.

-Fierrín. Me machaco en el gimnasio. Es más: después de hablar contigo, voy a ir a hacer pesas. Yo he hecho gimnasia toda la vida, cariño. Yo era socio del Grupo Covadonga con 18 añinos, vida mía. Y hago dieta, porque, si no, no estaría como estoy. Menos cuando vengo aquí, porque no vas a venir aquí a hacer dieta. Esas fabes con almejes... Eso sí: no me he hecho ninguna cirugía. Aunque ahora estoy pensando en estirarme un poco el cuellín...

-Y con mucha energía.

-En mi corazón tengo veinte años. Todo el mundo me lo dice. Tengo una potencia, tengo una fuerza, cariño... Pero no física, sino mental.

-Con ese físico, ligaría usted mucho, ¿no?

-Más que ligar, siempre tuve novia. Mi madre siempre me decía: «Probe de la muyer que te aguante». Tuve ocho mujeres y ninguna me funcionó, así que pensé que tenía razón. Con la música se complicó la cosa. Había más manzanes. Y, un día, me encontré con Arturo Fernández y se lo comenté. «A mí pásame lo mismo, Danielín», me dijo él.

-Hasta que encontró a Piti, su actual mujer, cubana y 17 años más joven que usted, con la que tiene tres hijos, que se suman a otro de una relación anterior que le ha dado cuatro nietos.

-En el primer matrimonio me pegué una hostia. Vi en Ecuador a una chica preciosa que había sido Miss Guayaquil y me pareció muy sencillita, muy buena, pero lo que se escondía dentro era la hostia. Era posesiva. Muy posesiva. Yo no podía hablar con una fan más de un minuto porque se tiraba a mí como una pantera. Al cuello se me tiraba. Hace años que no veo a aquel hijo y a los nietos no lo conozco. Aquello fue un rapto. Yo siempre fui muy romántico, muy apasionado. Yo no canto. Yo me quejo. ¿Sabes ese quejidito...? Mimitos, mimitos... Y eso que yo con Pti discuto todos los días. Le cuelgo el teléfono y la tengo toda la noche sin llamarla y, a la mañana siguiente, veo que me llamó 70, 80 veces... Cuando por fin hablamos, me dice de todo. Me da hasta miedo. Siempre hay un roto para un descosido. Yo en una mujer siempre he mirado que tuviese una cara atractiva y, sobre todo, una buena pechuga. Mi mujer ahora tiene una pechuga que es la de Dios.

-¿Qué ha hecho por el amor de una mujer, otro de sus éxitos?

-¿Por qué no me preguntas lo que no hice? Todo. He sufrido mucho.

-La canta mucho Julio Iglesias.

-Un día, comiendo en México con él y con Paco Ignacio Taibo I, que era un crack, además de director de EL COMERCIO, le reconoció a un periodista: «Yo esa canción se la robé a Danny». Me perjudicó mucho.

-Él también fue futbolista...

-Bueno, futbolista... Yo nunca vi ninguna foto suya. ¡Y la gente piensa que jugó en el Madrid!

-Usted que vive en Miami, ¿cómo ve el deshielo con La Habana?

-Me parece muy bien. Lo primero que me dijo mi mujer, que salió con dos añinos de allá, fue: «En cuanto Cuba se abra, yo voy».

-¿Y usted va detrás?

-Claro que me voy, porque, además, los éxitos que tengo en Cuba son muchos.

-Pero a Gijón no vuelve para quedarse...

-El problema, neñina, aquí, es la humedad. La humedad es la de Dios. Fíjate qué cosa más curiosa: yo en el apartamento de Madrid tengo un humidificador y aquí tengo un deshumidificador. Tiene tela, ¿no?

-¿Cómo ve esta región que tanto quiere?

-Veo que hay una crisis tremenda. Veo que los chavales no tienen futuro aquí. Si miro para atrás, qué diferente es todo. Antes, todo el mundo trabayaba, chica. Y ahora hay gente que no trabaya. No sé si lo de trabayar o no trabayar ye cuentu de algunos pa estar en el paro. No sé si ye verdad o no.

-No diga eso, que le van a crujir.

-¿Tú crees, ho? No lo sé, pero hay mucha gente qué sí puede trabajar. Imagínate que yo no tuviese nada: ni canciones ni hosties. Que no fuese Danny Daniel. Que soy Daniel Candón. ¿Pero cómo no voy a trabayar yo? Trabayo de lo que sea, chica. Veo que lo de las minas fue un palo muy grande para los asturianos. Yo recuerdo cuando alguien decía: «Esi ye picador». Eso era que tenía perres. Yo nunca bajé a la mina porque tengo miedo. Siento claustrofobia. Y los astilleros que había... Ahora sí: tenéis unes playes muy guapes. La de Poniente nunca la pisé. Yo piso San Lorenzo, que ye la mía.

-¿Le gusta Moriyón?

-¿Carmen? Sí, me gusta. Porque ella es cirujana, ¿no es eso? Y tengo entendido que no puede ejercer. Qué putada, ¿no? ¿Pero qué más da?

-¿Y Javier Fernández?

-No lo conozco. No sé nada de él. No sé ni de dónde ye.

-De Mieres, pero con domicilio en Somió.

-Ah, ¿ye de Mieres? Coño. Pues tenía que saber que yo debuté con el Caudal de Mieres con 18 años.

-Igual lo sabe.

-¿Qué coño va a saber?

-Después de esa época emigró a Mallorca y, de ahí, a Suecia...

-Con un frío de la hostia. Ahí estuve un año.

-Así que entiende mejor que nadie el drama de los refugiados.

-Uy, uy, uy. Dios mío. Me emociono porque acabo de pensar en el guaje. Mira que se han muerto niños, pero yo miro al guaje ese en la playa... La foto es la hostia. Qué pena, ¿eh? Que los que pueden hacer algo no hacen nada. Nada. Pienso que Estados Unidos tiene que ser el primero, que sí que va a Irak por el petróleo. ¿Y qué pasa con Europa? Hay que tener en cuenta que no murió un guaje. Que son cerca de 3.000 personas las que están ahí, en el fondo del mar. ¿Y los niños que han muerto en Siria, en la guerra? Es un desastre. Me pone los pelos de punta.

-¿Cómo se ve esta región desde fuera de España?

-Hace unos días, la mi muyer le dijo a Tini (Areces): «No hay derecho a que Asturias no se conozca en el mundo. Se conoce el País Vasco, Galicia, Santander... Todo menos esto». Él calló. Le dio la razón. No entiendo por qué Asturias no está más promocionada en el mundo.

-¿En qué cree Danny Daniel?

-Yo no soy creyente, pero creo que alguien me puso aquí en esti mundo. No ye posible que llegase por llegar. Un día, en Perú, miré con un telescopio al cielo y quedé acojonao.

-¿Qué le queda por hacer?

-Venir aquí y no moveme más en la vida. Llevaré un deshumidificador en el bolsu. Cuando vienes en el Alsa y pone Principado de Asturias, eso es mucho. Esta tierra es demasiado, cariño.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios