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La compañía encarga los primeros trabajos de la reforma de la acería de Avilés

En la obra, para la que todavía no hay fecha de inicio, se invertirán 100 millones para dotar a la instalación de dos nuevas líneas de colada continua

D. DE MIGUEL

Domingo, 25 de enero 2015, 00:42

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ArcelorMittal ha encargado a un equipo de entre seis y ocho personas los primeros trabajos de la reforma de la acería de Avilés, la LDIII, cuya obra arrancará previsiblemente este año. La modernización de la acería de Avilés conllevará una inversión de unos 100 millones de euros para dotarla de dos nuevas líneas de colada continua, lo que le permitirá afrontar nuevos productos y atender mercados emergentes. Una de las nuevas líneas será un equipo de colada continua vertical que permitirá producir slabs (piezas de acero) de grandes dimensiones, con un ancho de entre 2,30 y 2,60 metros. Actualmente la acería LD III no dispone del ancho que ahora se plantea, por lo que la obra abrirá la puerta, incluso, a futuras inversiones en las instalaciones acabadoras. Pero lo más importante es que las inversiones se dirigen a un mercado emergente: la fabricación destinada al sector eólico marino.

LAS INVERSIONES

  • LDIII. La inversión para ampliar y modernizar la acería de Avilés asciende a 100 millones de euros y con ella se dotará a la instalación de dos nuevas líneas de colada continua.

  • Baterías de cok de Avilés. Recibirán 90 millones de euros, que se añadirán a los cuatro millones que se vienen dedicando al mantenimiento.

  • Tren de carril. 23 millones para adecuar la instalación a un carril de 108 metros frente a los 90 de la actualidad, que le permita llegar a nuevos mercados.

De esta manera, ArcelorMittal se coloca en la línea de salida para atender un mercado que se espera tenga un gran crecimiento y en el que cuenta con clientes como el Grupo Daniel Alonso, que tras la adquisición de Idesa, ha establecido las bases para erigirse en una de las compañías líderes en el mundo en el sector eólico marino en el que ya han venido realizando proyectos con resultados satisfactorios, como se recuerda con sus primeras plataformas experimentales.

A diferencia de las torres eólicas convencionales, las instalaciones marinas son de dimensiones mucho mayores, además de exigir una gran calidad para resistir en un entorno agresivo con el fin de que los costes de mantenimiento no afecten a su rentabilidad. También se podrá atender la demanda para grandes gasoductos e instalaciones de tratamiento de hidrocarburos, donde además de la calidad material, se trabaja también en grandes formatos. Además de situar a la empresa siderúrgica ante la posibilidad de acceder a nuevos mercados, ambas inversiones alargarán la vida útil de las instalaciones. En el caso de la acería de Tabaza ya se venía reclamando la necesidad de una modernización para mantener en plenas condiciones el corazón de la siderurgia integral asturiana, tras cumplirse en 2014 los 25 años de su inauguración. También en Avilés, se invertirán 90 millones en las baterías de cok, que se añadirán a los cuatro millones que se vienen dedicando al mantenimiento. No son las únicas reforma que la multinacional tiene en cartera. También están previstas inversiones en las instalaciones de Largos de Gijón, en concreto en el tren de carril, que redundarán en un notable incremento de la capacidad de producción de la línea. Esta instalación está a la espera de incorporar los cinco turnos de trabajo en la zona de laminado que conllevará la contratación de alrededor de 15 personas de la bolsa de trabajo.

En la lista de inversiones pendientes también se encuentra el proyecto para la construcción de unas nuevas baterías de cok en Gijón aunque no parece probable que esta obra se acometa antes de 2019. Sin duda, en la negociación del nuevo acuerdo marco, que arrancará este año, será uno de los temas a tener en cuenta. La compañía había ligado algunos importantes desembolsos que tiene pendientes en Asturias a lograr un buen resultado en la subasta de interrumpibilidad, que finalmente consiguió.

Las plantas asturianas de la multinacional han iniciado el año casi a plena capacidad, con la excepción de pequeñas alteraciones en la línea de hojalata de Avilés por la reparación que se ha llevado a cabo en la zona de decapado y que obligó a interrumpir el suministro a la planta de Etxebarri. Un problema que, no obstante, ya está en vías de solución.

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