Clooney y el lago de '¿Cómorrr?'
El actor roza el surrealismo en su obsesión por blindar los alrededores de su mansión con motivo de su boda
arantza furundarena
Domingo, 10 de agosto 2014, 11:19
Clooney planea una boda blindada. Tanto, que está cayendo en la paranoia. Vale que no se case todos los días (llevaba 25 años sin hacerlo), pero es que ha llegado a un punto en el que sospecha de todos y de todo lo que pueda arruinarle la ceremonia. Por temer yo creo que recela hasta del virus del ébola. Y eso que se casa en Italia y no en Guinea Conacry. Una exagerada obsesión por garantizar su seguridad le ha llevado a solicitar al alcalde de Como que cambie la normativa vigente para adaptarla a sus necesidades (tambien denominadas caprichos). Y el edil, que se llama Roberto Pozzi, pues le ha dicho que... Po zí. De paso, George podría pedirle que cambie el nombre de la famosa ciudad balneario. De lago de Como a lago de ¿Cómorrr?, porque lo que allí va a suceder suena tan surrealista como un chiste de Chiquito.
Para empezar, cualquier persona que nade a menos de cien metros de la residencia del actor será considerada más peligrosa que un torpedo Shkval y se le impondrá una multa de más de 500 euros. Tiene gracia que el gran defensor de los derechos humanos en el mundo, luego cuando se encuentra en su finca trate a todo el que se le acerque por el agua peor que si fuera un ilegal a bordo de una patera. También los que caminen desde ahora y hasta finales de septiembre (¿tanto va a durar la boda?) por las inmediaciones de dicha mansión lombarda incurrirán en delito si se detienen en algún punto cercano a la carretera que pasa por delante del edificio, un fabuloso palacete del XVIII (siglo en el que parece vivir Clooney) llamado Villa Oleandra y situado en la localidad de Liglio, a orillas del romántico y megaturístico lago de Como. No es por dar ideas, pero yo creo que ante prohibiciones tan severas como irracionales, cualquiera, empezando por el gran activista George Clooney, montaría una manifestación allí mismo contra los abusos de poder.
Con tanto blindaje y tantas medidas de seguridad, eso más que una boda va a parecer una cumbre del G8. Poco espacio va a quedar para el romanticismo en ese fortín vigilado por guardias armados hasta los dientes. Pero a la novia no parece importarle. Está demasiado deslumbrada con el pedrusco de siete quilates y más de medio millón de dólares que le ha regalado su prometido. El anillo podría haber sido más grande y más caro, pero el actor tenía que saldar un montón de deudas con todas las amigas a las que apostó que jamás se casaría... La mujer que casi le lleva a la ruina se llama Amal Alamuddin y como ya todo el mundo sabe es una abogada británica de 36 años y origen libanés especializada en derechos humanos. ¿Qué tiene ella que no tuvieran Kelly Preston, Talia Balsam, Sarah Larson, Elisabetta Canalis o la luchadora Stacy Keibler, todas exnovias de este soltero de oro de 53 años? Se ignora. Pero tal vez influya que Alamuddin está en posesión de todos los secretos: es la abogada de Julian Assange, el fundador de Wikileaks.
La pareja ya ha formalizado las amonestaciones prenupciales en Londres. Se supone que a él le habrán amonestado más que a ella porque es reincidente (estuvo casado una vez). Ahora ya solo falta que ultimen el contrato también prenupcial (el escabroso prenup) para establecer el reparto de los bienes en caso de separación. En cuanto al cursillo prematrimonial se lo pueden ahorrar con él, que en esa materia concreta tiene un doctorado (no sabemos si Cum Laude). Queda por saber la fecha exacta de la boda (podría ser el 20 de septiembre), y falta por ver si Clooney aguantará el tirón o saldrá corriendo cual novio a la fuga... O si el eterno solterón durará más de dos años casado. Otra vez se abren apuestas.