Las protestas de trabajadores en la Residencia Mixta acaban a golpes

Tras un mes de movilizaciones y protestas de los trabajadores de los geriátricos públicos del Principado, la situación se tensó ayer un poco más. La asamblea de trabajadores del ERA había convocado una rueda de prensa en la Residencia Mixta de Pumarín a la que había invitado a numerosos colectivos sindicales, partidos políticos, agrupaciones de desempleados... Hasta 16 entidades se habían sumado a la convocatoria para expresar su apoyo. Pero lo que debía ser una comparecencia ante los medios para informar de la situación actual de las negociaciones con la Gerencia del ERA y del futuro calendario de movilizaciones se convirtió en un tenso encontronazo con los guardias de seguridad que el centro había dispuesto a la entrada de la Mixta.

Discusión, forcejeo y empujones que acabaron con una rodilla vendada, la intervención de la policía y dos personas identificadas. «La Gerencia del centro puso a la puerta a tres vigilantes privados que, con una actitud chulesca, trataron de impedir el acceso al centro» de los convocantes, pero «también de los familiares de los residentes y de los propios trabajadores », denuncian los trabajadores. A primera hora de la mañana, la Gerencia había prohibido que la rueda de prensa se realizara en el vestíbulo del centro. Es más: dicen los trabajadores que incluso había «amenazado con expedientar a los trabajadores que acudieran uniformados» a la cita.

Pero los convocantes consideran que tenían el derecho a acceder a la residencia. Y ahí llegó el forcejeo. Los trabajadores y el resto de colectivos lograron, finalmente, enfrentándose a los guardias de seguridad, entrar. Ya en el vestíbulo, muchos de los presentes intervinieron para explicar la situación de las protestas. Pero la dirección del centro ya había avisado al Cuerpo Nacional de Policía. Y varios agentes se personaron en la calle San Nicolás y la intervención se saldó con dos identificados, Nicanor González y Juan Manuel Martínez Morala. No había ya ningún altercado.

«Así nos trata este Gobierno socialista», criticaban los trabajadores, que llevan semanas de protestas contra la privatización de servicios y en defensa del empleo público.

Después de concentraciones, encierros y acampadas, el de ayer fue un episodio más de una lucha que nació contra la decisión del Gobierno del Principado de no cubrir las bajas por jubilación. En el último encuentro con los responsables del ERA, aseguran que «quedó claro que todos los puestos de servicios generales, cocina, mantenimiento y ordenanzas» -es decir, los que no están considerados de atención directa- «serán subcontratados». El colectivo está formado por unas 250 personas en toda Asturias.

Movilizaciones el martes

La Gerencia del ERA emitió por la tarde un comunicado en el que «condena» lo sucedido. A su juicio, todo se inició porque «varios miembros del comité de empresa facilitaron el acceso a las instalaciones de un grupo de personas ajenas a la residencia, al ERA y a sus órganos de representación de trabajadores, y ocuparon por la fuerza las dependencias».

El ERA asegura que los convocantes no contaban con «la necesaria solicitud previa de uso de espacios», que deberían haber tramitado ante la dirección del centro, ni con el visto bueno de la propia Gerencia del ERA. «Algunos miembros del comité de empresa forzaron el control de acceso del centro y anunciaron su intención de celebrar una asamblea en zonas de la residencia no habilitadas para el ejercicio de los derechos sindicales, negándose a abandonar el lugar durante cerca de una hora», dice el comunicado.

Por su parte, los convocantes rechazan que sus movilizaciones se vayan a convertir en un problema de orden público. Y, lejos de frenar sus protestas, continúan. El próximo martes, a las 11 horas, han convocado una concentración en la Mixta, a la que invitan a partidos, sindicatos y asociaciones de jubilados. Por la tarde, agradecerán a los residentes su apoyo durante este mes de movilizaciones con una espicha.