Pando rechaza el actual horario de la Semana Negra

«Hartos, indignados y maltratados». Así se sienten los responsables de la Asociación de Vecinos Pando, de la zona de Poniente y El Natahoyo. La alegría con que recibieron el pasado jueves la noticia de que el Ayuntamiento proponía un recorte horario a la Semana Negra, de forma que tendría que cerrar a las dos de la madrugada entre semana, en vez de a las cuatro, se tornó pronto en malestar, no sólo ante la perspectiva de que todo vuelva a quedar igual, sino también por las circunstancias que rodean este asunto.

«Yo no sé si avisaron a tiempo o no a los organizadores de la Semana Negra -explicó ayer la presidenta vecinal de Pando, Flor González-, pero lo que sí sé es que ya en octubre del pasado año tuvimos reuniones con representantes de los grupos municipales del PSOE, IU y PP, a los que planteamos el problema que tenemos y creímos que nos apoyaban. En febrero recibimos en los locales de la agrupación a la alcaldesa, que nos dijo que no podía comprometer nada, porque por el medio habría unas elecciones, pero nos dijo que ella llevaba personalmente este tipo de cosas y que, si seguía de alcaldesa, abordaría el asunto. Yo todavía espero que el lunes tengan sentido del deber, pero, si no es así, estoy pensando en dimitir, porque que la solución llegaría al año siguiente ya nos lo dijeron el pasado. Además todo esto se está rodeando de un linchamiento público a nuestra asociación. Parece que nos quejamos por todo, pero no es un capricho. Para nosotros es un problema de salud pública y aspiramos a poder descansar, al menos, desde las dos de la madrugada hasta que a las seis empieza el trabajo de Emulsa. Es penoso que se reclame participación ciudadana y luego todos disparen a la vez contra el mismo, pero una asociación de vecinos no está para preocuparse sólo de las papeleras».

Desde San Juan hasta octubre

No es la única opinión en el mismo sentido. Emilio Rico, expresidente vecinal y actual tesorero, no oculta su desencanto: «Yo sólo puedo hablar como vecino, porque en la asociación no tratamos todavía este cambio de criterio, pero lo que realmente apetece es olvidarnos de todo y que hagan lo que les dé la gana. El calendario de actividades aquí es una salvajada: empiezan en San Juan y acaban en octubre, pero es que, además, quieren enfrentarnos con otros vecinos. Y en lo judicial, igual. No entiendo por qué lo que no vale en El Molinón, aquí vale».