Borrar
Un momento del concierto de clausura de la orquesta Assia en el 'solarón'.
Un 'solarón' ruidoso «pero con vida»

Un 'solarón' ruidoso «pero con vida»

La última jornada del Festival de la Sidra concluyó con un multitudinario concierto de Assia, al que asisten cientos de personas

ÓSCAR PANDIELLO

Lunes, 29 de agosto 2016, 01:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un 'central park', varios bloques de edificios, un complejo hotelero o un espacio para jiras y verbenas. Más allá de todas las novias que le han salido últimamente al 'sólarón', lo cierto es que su uso actual, como uno de los centros neurálgicos de la Fiesta de la Sidra, ha despertado opiniones de todo tipo. Las quejas debidas al ruido de las orquestas, que se alarga hasta las dos de la madrugada, contrasta con la satisfacción de los gijoneses que a lo largo de estos días se han dejado caer por la improvisada verbena.

«Está muy bien que lo hagan, pero el ruido me parece excesivo. Vivo cerca y me llega desde casa. A mí no me molesta excesivamente pero entiendo que la gente aledaña a la verbena se queje. Ayer, por ejemplo, hubo jaleo hasta las dos de la mañana», sostiene María José Sánchez, una vecina del barrio. Cientos de personas disfrutaron durante la jornada del sábado de Takikardia, mientras que Assia volvió a concentrar anoche a sus fieles frente al céntrico escenario. «Hay gente mayor o niños que se puedan ver más afectados, pero de todas formas que se le dé vida a este espacio está muy bien. Viendo la cantidad de espacio, aquí debería hacerse de todo, hasta la Semana Negra», afirma entre risas la vecina.

Sobre el futuro inmediato del espacio, María Luisa Alastruey lo tiene claro: «Estaría muy bien que se utilizara para estos asuntos más a menudo. Me gustaría verlo como parque, para hacer fiestas y cosas enfocadas a la juventud, así se puede dar trabajo, como estamos viendo estos días». La zaragozana acudió ayer por primera vez a la verbena del Festival de la Sidra, y destaca «el gran espacio» sobre el que se asienta la fiesta, así como el «carácter familiar que reina durante la tarde».

«Genera trabajo»

Los defensores de las celebraciones destacan, además de la vida que aporta a un barrio poco acostumbrado a las romerías, el empuje económico que atrae consigo. «Lo estoy viendo muy bien, está viniendo mucha gente y eso repercute en los que trabajamos aquí. Por lo que a mí me toca, este tipo de cosas sí que genera riqueza y trabajo», afirma José Antonio Tello, quien trabaja como camarero en la carpa habilitada en un extremo del 'solarón'.

Mónica Fernández, por su parte, es una vecina de Nuevo Roces que se ha acercado al centro para visitar junto a sus amigos los juegos infantiles. «A mí obviamente no me molesta porque no soy vecina cercana, pero entiendo que las fiestas también son necesarias para el desarrollo de Gijón, para darle vida. Justo veníamos hablando de lo ideal que sería hacer un parque grande, la ciudad necesita un pulmón de este tipo», sentencia.

«Siempre divides la opinión»

«Aquí entran los dos puntos de vista: la gente que se divierte y disfruta y la gente a la que no dejas descansar a ninguna hora del día. Es lo que suele pasar cuando haces eventos así, siempre divides la opinión y no convences a nadie», sostiene José Vicente, quien acudió junto a su esposa e hija a pasar la tarde en el prau. Después del Festival de la Sidra, y como remarcan todos los visitantes, el uso de los 7.602 metros cuadrados que abarcan las parcelas seguirá en el aire. «Un parque con merendero al que puedan venir las familias, un punto de encuentro de vecinos y visitantes ya que está céntrico y es un sitio bien tranquilo», opina. El debate está abierto y, como no puede ser de otra forma, nunca llueve al gusto de todos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios