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Francotiradores en la azotea frente a la imprenta.
La Policía abate a los autores de la masacre en 'Charlie Hebdo' y rescata al rehén

La Policía abate a los autores de la masacre en 'Charlie Hebdo' y rescata al rehén

Los hermanos yihadistas se habían atrincherado en una imprenta en Dammartin-en-Goele y habían secuestrado a un rehén, que ha salido indemne

AGENCIAS

Viernes, 9 de enero 2015, 10:03

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La Policía francesa da por concluido el asalto a la imprenta. En la operación, los cuerpos de élite galos han abatido a los hermanos Kouachi y han liberado al único rehén que mantenían secuestrado. Según ha explicado la emisora pública 'France Info', la persona secuestrada se encuentra en buen estado. Con una ráfaga de disparos y fuertes explosiones ha comenzado el asalto a la imprenta de Dammartin-en-Goele, al noreste de París, donde los hermanos Kouachi, sospechosos de la masacre del semanario 'Charlie Hebdo', se habían atrincherado con un rehén. Uno de ellos revelaba a BFMTV que pertenecía a "Al-Qaida en Yemen". Por el momento no ha habido una confirmación oficial sobre cómo se han desarrollado los hechos. Según 'Libération', tres agentes han resultado heridos en el choque.

En cuanto al rehén, según ha revelado 'Le Figaro', había conseguido pasar desapercibido para los hermanos Kouachi y conseguido salir sano y salvo una vez abatidos los dos sospechosos. El diario le ha identificado como Lilian, de 27 años y grafista de profesión. Tras ocultarse cuando entraron los secuestradores, escribió a su padre: "Me he escondido en la primera planta. Creo que han matado a todo el mundo. Avisa a la Policía para que intervenga".

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve ha confirmado que los hermanos intentaron abandonar la imprenta. "De acuerdo a las informaciones de las que dispongo, intentaron salir", ha dicho

Las televisiones francesas mostraban imágenes de humo blanco saliendo de la empresa en la que Said y Cherif Kouachi llevaban atrincherados desde esta mañana bajo el asedio de las fuerzas de seguridad francesas. A las 16.55 hora local se han escuchado los primeros disparos (varias decenas), acompañadas de explosiones de varias granadas de humo. Cinco minutos más tarde se escuchó una nueva ráfaga de detonaciones. Agentes del cuerpo de elite de la Gendarmería, el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) subieron al techo de una de las naves. Un helicóptero de la Gendarmería, que se hallaba en tierra, se puso en marcha solo tres minutos después. El Ministerio del Interior había anunciado que intentaba contactar con los sospechosos para negociar "un desenlace pacífico" de la crisis, que finalmente no pudo ser.

Atrincherados

La tensión se incrementaba hasta límites insospechados a las 8.40 horas. Los dos hermanos arrebataban por la fuerza su vehículo, un Peugeot 206, a una mujer en la localidad de Montagny-Sainte-Félicité, en el departamento del Oise, quien los identificó como los hermanos Kouachi. Unos minutos más tarde, ya en Dammartin-en-Goele se produjo un tiroteo con la policía, en el que no hubo víctimas. Fue entonces cuando tomaron un rehén en una pequeña imprenta de cuatro empleados en la localidad.

En el lugar, rápidamente se personaron agentes de las unidades de intervención rápida de la Policía y la Gendarmería (RAID y GIGN), que pronto acordonaron la zona en varios kilómetros.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, confirmó que las fuerzas de seguridad francesas tenían "una operación en curso" para "neutralizar" a los hermanos Kouachi. "La movilización es total", ha apostillado.

Los hermanos Chérif y Said Kuachi fueron reconocidos la mañana del jueves por el encargado de una gasolinera cerca de Villers-Cotterêts, una pequeña localidad de Picardía. Lo encañonaron con la intención de conseguir comida, ha indicado una fuente cercana al caso. No llevaban pasamontañas, según las cámaras de videovigilancia, estaban armados con fusiles de asalto Kalashnikov y llevaban un lanzacohetes en el coche.

Ambos tenían vetada la entrada en Estados Unidos, según ha revelado una fuente de Seguridad Nacional a la cadena norteamericana NBC. Aunque no ha proporcionado detalles, esta fuente ha afirmado que los Kuachi estaban en la base de datos de terrorismo y en la lista de pasajeros prohibidos en los vuelos hacia Estados Unidos "desde hacía años".

Además, el mayor, Said, pasó "unos meses" en Yemen en 2011 entrenándose en el manejo de armas con un miembro de Al-Qaida, antes de regresar a Francia, ha indicado otro alto responsable estadounidense, que ha confirmado una información del diario The New York Times.

Gran despliegue

El Ministerio del Interior francés informó ayer del despliegue de 88.000 efectivos en todo el país para garantizar la seguridad tras el atentado. Se trata de 50.000 funcionarios de la Policía, 32.000 gendarmes, 5.000 policías y gendarmes en fuerzas móviles y 1.150 militares.

En concreto, en la región de Ile de France, donde se encuentra París, hay movilizados 2.200 policías y gendarmes, 2.500 policías de la Prefectura, 2.500 agentes de la Dirección Central de Seguridad Pública (DCSP), 1.200 gendarmes, 850 militares y 400 miembros de la Vigilancia General de la SNCF, la empresa ferroviaria estatal.

Convulsión en París

El asalto a Charlie Hebdo ocurrió a las 11.30 horas del miércoles, cuando al menos dos hombres irrumpieron en la redacción de la revista satírica abriendo fuego de forma indiscriminada contra sus trabajadores al grito de 'Allahu Akbar' (Alá es el más grande).

En su huida dieron lugar a tres tiroteos con la Gendarmería, a pesar de lo cual consiguieron escapar. Unos 3.000 efectivos han sido desplegados en la capital francesa para localizar a los responsables de estos hechos, que ya han sido identificados. En total, doce personas murieron, la mayoría periodistas, y once resultaron heridas, cuatro de ellas graves.

Además, las autoridades francesas han conseguido establecer una conexión entre los hermanos Kuachi y el hombre que mató el jueves a una policía municipal en el sur de París. Según Libération, Le Figaro y la cadena France Info, los tres procederían de la filial yihadista de Buttes-Chaumont y el principal sospechoso del tiroteo en Montrouge conocía a Chérif y Said Kuachi.

El autor del tiroteo en Montrouge, al que se ha identificado como un hombre de 32 años y que aún no ha sido detenido, residía en Fontenay-aux-Roses, muy cerca del lugar de los hechos. Sus padres, que residían en Grigny, en el departamento de Essone, al sur de París, han sido detenidos. En todo caso, fuentes policiales han pedido "prudencia" respecto a esta "conexión". "Se trata de un elemento interesante sobre el perfil de este individuo del mismo movimiento que los hermanos Kuachi pero nada indica que sus acciones sean concertadas".

El más joven

El más joven de los tres sospechosos buscados por la policía francesa tras el ataque mortífero al semanario satírico, Hamyd Murad, de 18 años, se entregó en una comisaría de Charleville Mézières, en el noreste de París, sobre las 23.00 horas del miércoles. Según el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, son ya nueve las personas detenidas por su presunta vinculación con los autores materiales del atentado y ha descartado cualquier vínculo entre este ataque y el tiroteo de Montrouge, en el sur de París.

El primer ministro francés, Manuel Valls, ha declarado que Francia está en guerra "contra el terrorismo, no contra una religión, contra una civilización", y ha estimado que harán falta nuevas medidas "para responder a la amenaza". Precisamente ayer, Valls aseguró que "afrontamos una amenaza terrorista sin precedentes" y son "cientos" los individuos que son objeto de seguimiento por sus posibles vínculos con en el terrorismo. Por eso, indicó que aunque los hermanos Kouachi habían estado entre los vigilados, "el riesgo cero no existe".

Por su parte, el presidente François Hollande ha pedido rechazar las "estimgatizaciones" y las "caricaturas más lamentables". "Tranquilizar a la población es decirle que vive en un estado de derecho y con voluntad de convivir juntos", ha dicho el mandatario en una reunión con los prefectos en el ministerio del Interior. El mandatario ha aprovechado para asegurar que todos los franceses pueden participar en las manifestaciones, en alusión a la protesta convocada este domingo contra la masacre en Charlie Hebdo. "No hay controles. Y es solo la misma convicción, la misma determinación, la que debe llevar a muchos de nuestros compatriotas a participar el domingo", ha señalado.

Un encuentro, símbolo de la unidad

A primera hora de la mañana de ayer, Hollande y su predecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy, mantuvieron una reunión y reiteraron mensajes en favor de la unidad de los franceses. Hollande, en un discurso de homenaje a una personalidad de la resistencia francesa, señaló que ante un ataque como el de ayer "nuestro país, nuestra gran Francia, sabe unirse para defender su ideal, el de la República, el de la paz, frente a los que la pretenden atacar matando periodistas y policías". Recordó que "Francia ha sido atacada en su corazón, en su capital, en un lugar donde soplaba un viento de libertad, y por tanto de resistencia".

Sarkozy explicó a los medios de comunicación que el objeto de la reunión era "mostrar el clima de unidad nacional que es el deber de todos frente al ataque de fanáticos determinados contra la civilización, contra la República". "No es siquiera una cuestión de democracia o de la República, sino de civilización", comentó en tono grave el presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), principal partido de oposición.

Minuto de silencio

La reunión tuvo lugar horas antes de que Francia guardara un minuto de silencio en memoria de las víctimas. A mediodía, mientras todo el país mantenía la respiración, la catedrál de Notre Dame hacía repicar sus campanas. En París, cientos de personas se reunían en la plaza de la República. Desde el palacio presidencial, hasta el metro parisino, pasando por ministerios, Parlamento, medios de información y colegios, el país entero participó en este homenaje. En París, el metro se detuvo durante un minuto, y la Iglesia católica, blanco a menudo de las sátiras de Charlie Hebdo, hizo sonar las campanas de la catedral Notre Dame de París.

El jueves fue declarado día de luto nacional y todas las banderas seguirán ondeando a media asta durante tres días. Una gran manifestación está prevista el domingo en París, en la que participarán asociaciones y partidos tanto de izquierda como de derecha.

Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, acudió en persona el jueves a la Embajada de Francia en Washington para rendir homenaje a las víctimas del ataque y firmar el libro de condolencias abierto en la sede diplomática. "En nombre de todos los estadounidenses, traslado a los franceses nuestra solidaridad tras este terrible ataque terrorista en París", escribió Obama. "Avanzamos juntos, convencidos de que el terror no vencerá a la libertad ni a los ideales que son los nuestros, los ideales que iluminan el mundo. ¡Viva Francia!".

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