El vertido a la ría de Aboño sumó casi 20 toneladas, según cálculos del Principado
HC Energía reconoció un escape de 58 toneladas y recogió 50 de combustible mezclado con residuos en la central térmica
MARCO MENÉNDEZ
Miércoles, 25 de julio 2012, 09:18
La central térmica de Aboño pudo haber vertido a la ría el pasado 26 de junio casi 20 toneladas de fuelóleo, cuando desde un principio se indicó que sólo habían sido 10. Así lo apuntó el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, durante su comparecencia del lunes en la Junta General del Principado. Ese mismo día también pasó por la cámara asturiana la consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente que aportó más datos, hasta ahora desconocidos. Belén Fernández explicó que el derrame de combustible en las instalaciones de HC Energía fue de 58 toneladas, aunque los trabajadores de la central térmica recogieron en el propio recinto «unas 50, pero no todo era combustible, pues también había residuos del suelo y de las conducciones».
Más datos aportados por el consejero apuntan a que la fuga de hidrocarburo se debió a la rotura de una tubería de 18 milímetros. Belén Fernández resaltó la dificultad de controlar unas instalaciones que cuentan con «cuatro kilómetros de tuberías y 400 puntos de registro. Se están haciendo los estudios metalográficos de la tubería para saber por qué se rompió».
Las autoridades del Principado trabajan con los datos aportados por los responsables de la central térmica, por lo que los grupos de la oposición en la Junta General del Principado dudan de su fiabilidad. Por ello, el Gobierno regional creó el pasado 17 de julio un comité científico asesor -compuesto por cuatro científicos de la Universidad de Oviedo, cuatro expertos de distintas direcciones generales y un experto de la Demarcación de Costas- para dar veracidad a los datos que pueda aportar HC Energía. No hay que olvidar que es la propia empresa la responsable de elaborar los estudios de afección medioambiental del accidente, tanto en lo referido al estado de playas y roquedos como a las consecuencias que haya podido tener el derrame en la flora y fauna marina.
Diligencia
A pesar de cómo transcurrieron los hechos desde que se produjo el vertido de fuel a la ría de Aboño, Belén Fernández explicó que «no me consta que en los informes de los servicios técnicos indiquen que en la gestión de HC hubiera negligencia». Es más, añadió que la empresa «actuó con la diligencia que el conocimiento de los hechos les permitió actuar».
Y es en ese conocimiento de los hechos en lo que se ha presentado la principal discrepancia entre las consejerías de Presidencia y de Fomento. El titular de la primera, Guillermo Martínez, aseguró que HC Energía no avisó del vertido a pesar de haber tenido conocimiento del mismo, al tiempo que explicó que fue un pescador quien dio la voz de alarma a las 8.50 horas sobre la presencia de fuel en la ría de Aboño. Belén Fernández, por su lado, aseguró que la empresa dio aviso de la emergencia a las 9.20 horas.
HC Energía tiene también su versión. Según explicó a EL COMERCIO, en el transcurso de una ronda de seguridad se detectó el accidente a las 5.15 horas, tras lo que se procedió a cerrar el escape y retirar el fuel. Según esa versión, no es hasta tiempo después cuando se enteran de que hay fuel en la ría, aunque tienen que comprobar su procedencia. Cuando se cercioran de que procede de la central térmica es cuando dan aviso a las autoridades de Medio Ambiente. La empresa también asegura que alertó al alcalde de Carreño, Ángel Riego, quien ya era conocedor de la existencia del hidrocarburo tras ser avisado por un pescador, aunque desconocía su procedencia.
Otro vertido
No es el primer incidente de estas características en el que se ha visto implicada la central térmica de Aboño últimamente. La consejera Belén Fernández se esforzó en indicar que hasta el primer trimestre de este año «no tengo conocimiento de que hubiera algún incidente similar a este». Eso sí, tras la insistencia de los miembros de la Comisión de Fomento de la Junta General del Principado, admitió que unos días antes de producirse este vertido se registró otro incidente que motivó «la apertura de un expediente sancionador que también sigue su curso».
Hay que recordar que el vertido de fuel, cuyo pliego de cargos se entregó a la empresa el 17 de julio, califica los hechos como «infracción muy grave», lo que puede acarrear una sanción de entre 200.001 y dos millones de euros, además de la obligación de restaurar la situación ambiental a como estaba antes del derrame y abonar las indemnizaciones a las que hubiera lugar.