Los sindicatos exigirán a Arcelor que firme un compromiso de continuidad

La dirección de ArcelorMittal vinculó a principios de este mes la continuidad de la siderurgia asturiana a la firma del acuerdo para poner en marcha el ajuste laboral y ahora los sindicatos le devuelven la pelota a la multinacional. Tras superar el conflicto que provocó el ajuste, el próximo lunes comenzará en Madrid la negociación del V acuerdo marco de Arcelor, que servirá de guía para la redacción de los convenios colectivos, y en este escenario los sindicatos pedirán a la multinacional que se comprometa por escrito a la continuidad de las factorías en nuestro país, así como a la ejecución de las inversiones que garanticen esa continuidad.

La multinacional convocó el pasado día cinco de este mes a los sindicatos para comunicarles que había decidido poner en marcha un plan de ajuste para reducir en un 25% los gastos laborales de las factorías españolas. Les dijo que de no llegar a un acuerdo en un plazo de 20 días aplicaría igualmente el ajuste mediante la aplicación de la reforma laboral. Para dejar más clara la importancia de su propuesta les aseguró que de aceptar el planteamiento empresarial procedería a arrancar en octubre el horno alto 'B' de la cabecera de Gijón, algo por lo que claman los sindicatos al considerar que su reapertura garantizará el futuro siderúrgico. Ante el rechazo sindical, la empresa retiró su planteamiento y hasta ahora no ha explicado qué previsiones de futuro tiene para una instalación en la que invirtió alrededor de 30 millones de euros en su remodelación y que ya se encuentra en periodo de pruebas al haber comenzado el calentamiento de las estufas.

Además de la inversión en el segundo horno, la multinacional tiene también en el congelador el proyecto de construcción de unas nuevas baterías de cok en la factoría de Gijón, que decidió paralizar por la crisis económica.

Tras los primeros encontronazos, que se saldaron con la convocatoria de dos días de huelga de 24 horas, los sindicatos y la multinacional iniciarán la negociación del acuerdo marco para los próximos años. Los representantes de los trabajadores están elaborando sus plataformas que posteriormente negociarán para presentar un marco conjunto. La empresa, por su parte, ya ha hecho públicas sus aspiraciones, que pasan por la reducción de los salarios en un 10%, la congelación salarial durante los tres próximos años y de la antigüedad, así como el aumento de la jornada laboral en doce días al año.

Garantías

Además de la plataforma social, los sindicatos pedirán que en el nuevo acuerdo marco figure expresamente que la empresa se compromete a su continuidad en España mediante la firma de un compromiso de continuidad y el desarrollo de las inversiones previstas. «Es elemental que si no hay garantía de continuidad de la empresa no merece la pena ni sentarse a negociar», dijo el secretario general de la sección sindical de ArcelorMittal en Avilés, Iñaki Malda. «Nosotros -aseguró- exigiremos el compromiso de continuidad y la mejora y la garantía del futuro de las instalaciones. Entendemos que antes de que la empresa nos pida unos ajustes debe garantizar que va a mantener la competitividad de las plantas».

USO mantiene, por su parte, que si se llega a un acuerdo en la negociación del acuerdo marco «el texto final tiene que ser firmado por los sindicatos y la multinacional, pero también por instituciones como el Gobierno regional y el Gobierno del Estado, para que haya una garantía de cumplimiento», según explicó el representante de esta central sindical en Arcelor, Pedro Cancio.

El acuerdo marco a negociar se basará en ocho puntos: ámbito temporal, personal, salario, empleo, jornada laboral, prestaciones sociales, salud laboral y mujer. El secretario de la sección sindical de CC OO en Arcelor, Ángel Díaz, señaló que lo más probable es que los asuntos más difíciles de acuerdo queden para el final, incluido el periodo de vigencia que tendrá el acuerdo».

El aumento de jornada podría convertirse en el escollo más difícil de salvar en esta negociación. Eso cree Pedro Cancio para quien «el régimen de turnos denominado 3T5 está muy consolidado y consideramos que un cambio del mismo resultaría muy problemático».

Para Iñaki Malda, «la negociación va a ser muy dura y complicada teniendo en cuenta lo que ya ha presentado la empresa». Según explicó, «afortunadamente, la empresa ha dado marcha atrás en el peligroso camino que había iniciado porque es evidente que nosotros no vamos a negociar con una pistola encima de la mesa. A partir de ahora negociaremos desde cero».

Sobre las dificultades de la negociación, Malda señaló que «la propuesta sobre la jornada laboral es muy importante, pero nosotros vamos a pelear hasta las últimas en todo».

Además de la negociación del próximo acuerdo marco, los sindicatos exigirán a la empresa el cumplimiento del vigente, que supone el pago de una subida salarial del 0,9%, así como la diferencia de lo pactado y el IPC real de 2012.