Un Festival de la Sardina a tope en Candás

Miles de personas llenaron el prau San Antonio de Candás en una de las ediciones más numerosas que se recuerdan de su Festival de la Sardina. Una meteorología agradable, ni demasiado calor ni tan fresco como para no poder disfrutar de la jira campestre a la vera del Cantábrico, favoreció, sin duda, la masiva afluencia a una cita que es todo un clásico del calendario festivo y gastronómico del verano desde hace cincuenta y cuatro años. Y la valoración unánime entre quienes no quisieron perdérsela de que las sardinas ofrecidas por los seis establecimientos participantes en esa ocasión estaban, literalmente, de chuparse los dedos.

El jurado profesional de los expertos también se congratuló de la calidad predominante y en su fallo final resolvió otorgar la Sardina de Oro al Café Bar Antañu de Gijón, la de Plata al Hotel y Restaurante Principado de Candás, y la categoría de Bronce para el Restaurante y Cámping Buenavista de Perlora.

Esos fueron los nombres de los ganadores que hizo públicos el responsable de Cultura y Festejos de Carreño, Alain José Fernández, desde el escenario principal y cuando ya gran parte de los comensales del prau habían dado buena cuenta de sus raciones, con ese sentimiento generalizado de que este año estaban más sabrosas que nunca.

De esa opinión participaba la familia candasina formada por Agustín Porres, Yolanda González, Mari Nieves Sanz y Mari Nieves González: «Les sardines están espectaculares, la sidra buenísima y hasta el tiempu, ¿qué más se va a pedir?», afirmaban, poniendo por testigo a su perrín Tobi, que no dejaba de relamerse con las pruebas que le iban suministrando.

«Muy ricas este año, mejor que nunca», secundaban, Inma Bermudez, Rosa Botello y su grupo de amigos, llegados desde la cuenca del Nalón y fieles a la fiesta candasina desde hace más de veinte años. De la otra cuenca, la del Aller, Andrea Fernández y su hija Indira Vázquez con su ración sobradamente degustada, repetían elogios: «Muy buenes, no sabemos de donde les traeríen, pero de lo mejor que comimos aquí», mientras el paisano de la casa asentía pese a que «no soy pescaderu y prefiero la empanada».

Desde luego, los propios establecimientos no escatimaron género para sus parrillas. Unos 4.000 o 4.500 kilos era la cifra de las sardinas de este año. Algunos como Alejandro Fernández del candasín El Portalón desvelaba los 320 kilos que tenían preparados «y al ritmo que vamos no sé si nos quedaremos cortos». Además de su restaurante y los ganadores estuvieron presentes los también candasinos Nordeste y El Llagarín.

El regidor de Carreño, Ángel García Vega, se congratulaba del éxito de una nueva edición de esta fiesta que «es tradición e identidad y este año hemos batido records de afluencia y hay mucha juventud. Creo que debemos estar orgullosos», sentenciaba.

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