«No había suelo, todo había desparecido. Estaba oscuro y caí sobre los muebles»
El hundimiento del suelo de una habitación obliga a desalojar a trece familias en Mieres
Marta Varela
Mieres
Jueves, 31 de julio 2025, 21:12
El joven mierense Samuel Piedra llegaba a su casa, en el número 1 de la calle Siero, minutos antes de las tres de la ... tarde del pasado miércoles. «Nada más entrar olía raro, a humedad o alcantarilla. Abrí la puerta de la habitación que da al patio». Recuerda que «la persiana estaba bajada, no veía nada. Al entrar, me precipité encima de los muebles». Tras el susto inicial y comprobar que no estaba herido, «salí y vi que estaba encima de los muebles hundidos. Todo estaba un metro por debajo del suelo, que había desaparecido». De inmediato puso en conocimiento de su familia y de las fuerzas de seguridad lo ocurrido. El resto de vecinos bajaron a la calle al descubrir lo sucedido.
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Tras constatar que no había heridos, llegaron las malas noticias. En torno a las cinco y media de la tarde, tras realizar un primer reconocimiento, los técnicos municipales, por motivos de seguridad, les confirmaban que tendrían que pasar fuera la noche del miércoles. Antes de ser desalojados, pudieron acceder, uno a uno, a sus viviendas para recoger algunos enseres. En total, unas treinta personas pasaron la noche fuera de sus pisos, la mayoría en casa de familiares, y en torno a una decena en la residencia de estudiantes del campus universitario mierense.
A lo largo de la mañana del jueves, los técnicos municipales volvieron al edificio y realizaron un examen más exhaustivo. Primero visitaron el bajo izquierdo, donde se produjo el hundimiento del suelo de una habitación. Estuvieron acompañados por Piedra: «Vimos cómo había grietas en casi todo el pasillo y en la pared colindante con el bajo del portal número 3». Siguieron comprobando el estado del bajo derecha. Con su propietaria no descubrieron grietas, pero al acceder al sótano, en la parte izquierda, «vieron cómo las vigas metálicas, que son estructurales, estaban dañadas», relata la propietaria.
Tras esta visita, los vecinos tomaron conciencia, como así ocurrió, de que de momento no podrán volver a sus casas, si bien esperan poder hacerlo en los próximos días. Los técnicos continuaron revisando la zona de los sótanos del resto de portales de la manzana. Mientras, los vecinos desalojados comenzaron a dar parte a sus seguros para «ver qué tenemos que hacer». Esperan que en los próximos días ya puedan acceder a sus pisos.
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Algunos, como Pablo y su familia, pidieron acceder a recoger algunas cosas: «Estábamos de viaje, cruzando Madrid, volviendo de las vacaciones cuando nos avisaron». Como el resto de moradores, se preocupan por el tiempo que estarán desalojados: «Mi mujer teletrabaja y tiene en casa todo el equipamiento», explicó.
No hay certeza de cuándo se pudo producir el derrumbe, tan solo la apreciación de los propietarios del bajo colindante, que escucharon un golpe alrededor de la una y media. Si bien creyeron que «había sido en la calle». Durante la noche del miércoles al jueves, ningún vecino escuchó ruidos extraños, a pesar de que ahora apuntan: «El suelo del bajo ya debía estar hundido».
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