Hunosa y los sindicatos defienden la térmica de La Pereda: «Avala el desarrollo de las cuencas»

Así, ante «la relevancia estratégica del proyecto y a raíz de algunas manifestaciones carentes de todo rigor que pueden generar alarma entre los vecinos de Mieres» –en referencia a la movilización de plataformas contra la quema de combustible sólido recuperado (CRS) en la central–, la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores quieren trasladar una serie de consideraciones «en una muestra de apoyo inequívoco al proyecto». Por eso, se asegura que el plan de La Pereda «ha superado los exigentes trámites medioambientales pertinentes». Este «complejo proceso técnico y medioambiental» se inició en 2019 y se culminó en noviembre de 2023. «Durante el presente año, está previsto que se inicien las obras de transformación y que en 2025 entre en funcionamiento la nueva central».

Estas autorizaciones, se destaca en el comunicado, «estipulan la vigilancia ambiental que la instalación deberá cumplir rigurosamente, siguiendo los estrictos parámetros establecidos por la Unión Europea, que garantizan el bienestar y el respeto por la salud de las personas y el medio ambiente». Se defiende que, tanto en comunidades autónomas vecinas como en otros países, este tipo de centrales «operan con total normalidad y respeto a la legislación medioambiental». La Pereda utilizará como combustible un 90% biomasa forestal, limitando el CSR a un máximo del 10%. «La nueva central, no solo cumple con la legislación sobre emisiones, sino que además será aún más respetuosa con el medio ambiente y la salud pública que la actual térmica».

Por tanto, se asegura que «es absolutamente infundado afirmar que la nueva central es un paso previo a una planta de incineración, puesto que el régimen retributivo conseguido para 20 años obliga a que no se supere el 10% de consumo de CSR. Se debe reconocer el derecho a la defensa de intereses propios y de negocios particulares cercanos a La Pereda, pero siempre desde el respeto a la verdad, a la legalidad, y a un proyecto que responde no solo a los intereses de Hunosa como compañía pública sino al del empleo y el bienestar de todo un territorio como las comarcas mineras». En ese sentido, la hullera ya ha mantenido reuniones con asociaciones vecinales.