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Algunos vecinos hablando con efectivos de las fuerzas de seguridad Marta Varela

Tensión en El Entrego: la okupación de una vivienda acaba con los vecinos saliendo a la calle para echarlos

Alertan de que habrían asaltado además carboneras e intentado entrar en otros pisos bajos

Marta Varela

El Entrego

Martes, 14 de octubre 2025

Noche tensa en la barriada obrera de El Coto, en la localidad samartiniega de El Entrego. La okupación de una vivienda en el número 8 de la calle López de Vega propició que hasta un centenar de vecinos saliesen a al calle durante más de cuatro horas para tratar de disuadir a los okupas y que abandonasen la vivienda, como adelantó EL COMERCIO. La presencia policial, que en muchos momentos llegó a congregar hasta cuatro coches de la Policía Nacional y dos de la Policía Local, evitó enfrentamientos. Si bien los vecinos mostraban una actitud pacífica los okupantes de la vivienda en ocasiones se acercaban a una de las ventanas, cuya persiana no estaba bajada al completo, propiciando momentos de tensión.

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En todo momento los vecinos aseguraron que «no es una cuestión de racismo sino de seguridad». Y es que desde hace unos diez días estos vecinos había notado la presencia de entre siete y diez personas que «parecen marroquís» por el barrio. En ese tiempo hubo problemas con el gas porque según los técnicos «se intentó manipular». Además dichas personas según sus apreciaciones «entraron en bajos y carboneras vacías y se les tuvo que llamar la atención, pero no hicieron caso y reventaron el contenedor de la ropa y se llevaron varias bolsas». Y además apuntan que días atrás se les sorprendió intentando levantar persianas de otros bajos vacíos. Finalmente lograron acceder por la fuerza «levantaron una persiana y entraron en este bajo», explica una de las vecinas. Una de las primeras cosas que hicieron fue dañar la cerradura de la puerta del portal para poder entrar y salir «llamamos a un cerrajero y la reparó, alguno de ellos estaba en al calle y nada más irse le vimos volver a romperla».

M. V.

Los vecinos aseguran que en ese piso hay más de siete personas, y temen que alteren la tranquilidad de un barrio obrero que pretende seguir presionando desde la calle para que se vayan. «Hay miedo a que vengan más personas y se sigan okupando pisos vacíos, pero sobre todo tenemos mucho miedo a que nos roben o nos puedan agredir». Este miércoles los vecinos como hicieron en la noche del martes volverán a la calle, delante de la casa okupada a mostrar su indignación y tratar de que los okupas se vayan.

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