La compleja investigación para resolver el crimen de Emiliano 'el panameño' en Llanera

El hombre residía en Andalucía, pero durante años vivió en Llanera, hasta que fue detenido en 2010 en el marco de una operación contra un grupo criminal que dirigía un laboratorio de droga en la zona centro de la región. Es precisamente esa la principal vía de investigación de la Benemérita: un ajuste de cuentas por parte de una banda rival.

La víctima, de aproximadamente 150 kilos de peso y casi dos metros de altura, trabajó como portero en clubes de alterne de Asturias y hacía funciones de seguridad para los gerentes de esos negocios.

La dificultad de los investigadores para que el entorno de la víctima pueda aportar luz al caso está dificultando los trabajos policiales, centrados en el análisis de los teléfonos móviles, las antenas y repetidores y las cámaras de seguridad de la zona en la que el hombre fue acribillado a tiros. Emiliano no iba solo en el coche cuando le tendieron una emboscada. En el mismo coche viajaba un amigo que al parecer, logró escapar a la ráfaga de disparos. Cuando los sanitarios y los primeros guardia civiles llegaron al lugar, avisados por testigos al ver el cadáver en mitad de una carretera, ese otro individuo ya no se encontraba allí. Se personó tiempo después en las dependencias policiales.

Los momentos previos al crimen ambos estuvieron en un local de hostelería en Lugo de Llanera. Al regresar al coche y emprender la marcha, comprobaron que tenían las ruedas pinchadas, por lo que tuvieron que parar. Fue entonces cuando los atacantes acribillaron al hombre, a quien le descerrajaron un tiro de gracia cuando estaba inconsciente en el suelo.

Emiliano B. R. estaba en Asturias de paso. Había sido citado como testigo en un juicio de un familiar que se celebró los días previos en Oviedo. Los atacantes sabían que había vuelto a Llanera y, según se desprende de las investigaciones, le habrían tendido una trampa para acabar con su vida.

En 2010 fue detenido en el marco de una operación contra el narcotráfico que permitió desmantelar un laboratorio de cocaína en Siero. Fue arrestado con tres compinches por la Guardia Civil, el mismo cuerpo de seguridad que ahora investiga su asesinato. En aquella ocasión, les fueron intervenidos 2.250 dosis de cocaína y 1.400 de hachís, dos vehículos, veinte kilos de sustancias para el corte y cerca de 18.000 euros en el marco de una operación que llevó por nombre 'Milla Verde'.