Crimen del vecino colombiano enterrado en un jardín en Siero: la Fiscalía considera que fue asesinato

La víctima, John Jairo P. C. (1972), de nacionalidad colombiana y padre de cinco hijos, vivía en España desde el mes de julio de 2023, fecha en la que se trasladó a Asturias para trabajar en una empresa de limpieza y así conseguir ingresos para su familia, que se quedó en el país latinoamericano. En la misma compañía trabajaban su cuñado (hermano de su mujer) y los dos hijos de este, los también colombianos Julio Adrián y Cristian; ambos fueron detenidos por la Policía Nacional como presuntos autores del crimen tras encontrar el cuerpo enterrado en el jardín de la casa en mayo de 2024. Ambos entraron en prisión; cinco meses después, Cristian fue puesto en libertad –tal y como informó EL COMERCIO–. De hecho, la Fiscalía no lo acusa formalmente por el crimen, pero sí por un delito de encubrimiento, del que podría quedar exento por consanguinidad con el acusado de asesinato. No obstante, él lo niega. La defensa la ejerce el abogado José Manuel Fernández González. Además, el ministerio público acusa también de encubrimiento a un primo de ambos. Según el relato de la Fiscalía, ese 25 de marzo quedaron todos –los tres investigados y la víctima– para tomar unas cervezas después del trabajo, como en otras ocasiones. Fueron a un supermercado a comprarlas y bebieron un número indeterminado de ellas.

«No consta el grado de afectación que les produjo el consumo de alcohol». Sobre las ocho menos veinte de la tarde, se desplazaron a la vivienda de Adrián en Granda. En un momento dado, y tras una llamada telefónica que John Jairo mantuvo con su pareja, se inició entre los dos una discusión por un episodio familiar violento ocurrido en el pasado. En el transcurso de la misma, el acusado del crimen, con un arma blanca y con la intención de acabar con la vida de su tío político, lo atacó súbitamente en la zona del cuello. «Lo apuñaló repetidamente, causándole la muerte. La víctima no tuvo ninguna posibilidad de reacción o lucha ante el ataque. El cuerpo no presentaba ninguna lesión compatible con una actitud de defensa».

El ministerio público sostiene que, aproximadamente una hora después, Adrián llamó a su hermano y le relató lo sucedido, por lo que este último acudió a su domicilio. Ya juntos, para evitar que se encontrara el cadáver de John Jairo, decidieron que la mejor opción era enterrarlo en una zona del huerto de la finca y borrar cualquier rastro que pudiera conducir a su hallazgo. También cogieron el móvil de la víctima y lo destruyeron.

Por su parte, el tercer investigado –el primo de ambos– mantuvo el día de los hechos varias conversaciones telefónicas con Cristian, supo por él de la muerte de John Jairo y se lo ocultó a la Policía, borró mensajes de su móvil y ofreció diversas versiones a los agentes, lo que dificultó la investigación.