Llanera se reivindica como la «gran feria ganadera del norte de España»

No obstante, fue un San Isidro marcado por la tristeza, que se materializó en los crespones negros que la gran mayoría de participantes en el desfile portaban en sus camisetas verdes. Y es que se conocía ese mismo día el fallecimiento, después de una larga enfermedad, de uno de los ganaderos mas queridos en el sector, Manuel Elías Prado, 'Lolo', de los hermanos Prado, de la Ganadería La Era de Bonielles, de Llanera. Gran defensor de los concursos ganaderos y pilar de quienes daban sus primeros pasos con la raza asturiana de los valles y necesitaban apoyo y consejo.

Con este pesar los ganaderos, como le hubiera gustado a su amigo, continuaron con las actividades de San Isidro, eso sí teniéndole siempre muy presente. El desfile por las calles de Posada de Llanera hasta el recinto ferial fue la actividad más esperada. Numeroso público pudo disfrutar del paso de los carros, y más de 800 animales, entre ganado vacuno, equino y bovino, por el centro urbano de la localidad.

Un año más, sin duda, los más aplaudidos fueron los pequemanejadores, más de cincuenta niños con edades comprendidas entre los dos y los catorce años. La jornada comenzó para ellos atendiendo a los animales, lavándolos y peinándolos para que nada falle. Ya conocían a las xatinas que iban a conducir por las calles, desde hace tres semanas en las que acudieron a verlas y empezaron acercarse a ellas.

Con dos años, Lucas García acudía a manejar reses por primera vez. No es de familia ganadera, pero, como contaba la organizadora de los pequemanejadores, la joven ganadera Belén López, «lo importante es que los niños se relacionen con los animales, no tienen por qué ser de familia ganadera si les gustan hay un sitio para ellos».

Con más experiencia, la pequeña Noa Díaz López, de siete años y natural de Llanera, explicaba lo que hacen en el desfile de carros y reses de San Isidro: «Sacamos las vacas, que a mí se me daba bastante bien porque mi tío tiene vacas y cuando puedo le ayudo».

Como novedad en el desfile y cerrando el mismo, el público pudo comprobar una pequeña parte del trabajo que hacen los perros de la raza border collie guiando a rebaños de ovejas.

Participando en el desfile se encontraban acompañando al regidor Gerardo Sanz, el consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, y los alcaldes de Colunga, José Ángel Toyos; de Salas, Sergio Hidalgo; y de Lena, Genma Álvarez.

Peláez, natural de Llanera, acudió junto a su familia. «Mis hijos están encantados con venir a ver vacas», explicó sonriente. Además, incidió, esta feria «es un referente para el noroeste por el número de ejemplares y por la presencia de nuestras razas autóctonas», destacando las numerosas actividades complementarias que desde el Ayuntamiento se programan para el fin de semana.

La actividad para el segundo día de feria se centro en el recinto de Ables. Desde primeras horas de la mañana se desarrolla la compra-venta de animales en el ferial donde se espera que el número de transacciones sea similar al de la última edición, cuando aumentaron en torno a un 10% respecto a otros años, al tiempo que se mantengan los precios de compra que fueron satisfactorio para los ganaderos

Y en torno al mediodía se celebrará una exhibición de antigua labranza. Las exhibiciones continuarán a la una de la tarde con el arrastre de bueyes y concurso. Durante toda la feria se pudo disfrutar de exposición y venta de maquinaria y productos agrícolas y ganaderos. Además se puede ver la colección de sillas de montar de Benjamín Díaz.