Peregrinaje a Valdediós para concienciar de los problemas de las personas sin hogar

El objetivo era dar visibilidad una situación en la que cada vez hay «más gente afectada», según explicó Zoraida Sienra, responsable del programa, pues «el término 'sin hogar' es mucho más amplio de lo que parece». No son sólo las personas que viven en la calle, «sino también aquellas que malviven en casas sin suministros, inadecuadas o insalubres».

El «caminar unidos» ayuda de manera simbólica, «les da compañía» a personas que luchan por «hacerse ver y reincorporarse a la sociedad».

Con el monasterio como punto de partida y llegada –se hizo un recorrido circular– en esta etapa participaron personas de toda la región, inscritas en Red Hogares, Centro Cano Mata Vigil, Comunidad Terapéutica La Santina, Casa de Acogida Luz Rodríguez Casanova y Centro de Encuentro y Acogida de Oviedo; «se abarcó toda la diócesis de Asturias».

La experiencia resultó enriquecedora y muy emotiva, como dijo Eric Ramos, uno de los participantes. «La verdad es que aquí hay gente maravillosa, que busca un cambio en su vida. En Cáritas te ayudan cuando lo necesitas, me parecía feo no venir», añadió.

Para Hanna Azrou, marroquí, «siempre es agradable participar en algo que te saca de tu entorno; sales de tu 'yo' interior, te despejas y te liberas de tus problemillas».

Divididos en grupos, todos alabaron la iniciativa, incluidos los propios voluntarios, como Claudia Melendi, pues «al acompañarlos recibes una mirada distinta de la realidad social, la que no está en nuestro día a día».

El programa incluye más actividades de concienciación, en una lucha constante por mostrar las «situaciones complicadas» por las que pasan las personas sin hogar.