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Carámbanos de hielo en un tejado de Pajares, ayer.

Menos de 5 horas de sol en 7 días

En los 2.000 metros de altitud, el manto de nieve alcanzó los tres de grosor

R. MUÑIZ

Martes, 10 de febrero 2015, 00:22

¿Ha sido la peor nevada en décadas? ¿O, como en tantas cosas, damos mayor importancia a lo recién sucedido olvidando que acontecimientos similares ya los habíamos vivido? La respuesta quizás esté en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), organismo que además de elaborar pronósticos, custodia la mayor serie histórica sobre fríos y calores registrados en el Principado.

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La estadística evidencia, por ejemplo, que en Oviedo un mes de febrero normal pasa con 122 horas de sol, es decir, unas 4,2 al día. La semana recién concluida se ha mostrado sin embargo raquítica en lo tocante a la luz. El martes, el viernes y el sábado el observatorio situado en El Cristo no pudo registrar ni una sola hora de luz entera. Juntando los minutos de toda la semana, resulta que la capital apenas sumó cuatro horas y 42 minutos de sol.

«Teniendo en cuenta que el mes tiene cuatro semanas, extrapolando saldría un valor muy bajo, en torno a las 20 horas de luz», calcula Manuel Mora, delegado territorial de la Aemet en Asturias. La estimación resulta extraordinariamente parca. Los registros históricos con los que trabaja la Aemet para estas comparaciones son del periodo comprendido entre 1981 y 2010. En ese lapso de referencia, el mes de febrero de mayor oscuridad fue el de 1986 con 60,6 horas, es decir, tres veces más tiempo de luz que en el actual. Mora matiza sin embargo que hasta mañana la nubosidad permitirá el paso de los rayos de luz, lo que equilibrará la estadística mensual. «La extrapolación no es válida», aclara.

La Agencia también hace estimaciones sobre el grosor del manto de nieve que estos días ha complicado la vida a los habitantes de la montaña asturiana. Las matemáticas que se realizan en este apartado se calculan de forma genérica pues «en algunos lugares nevó más que en otros y el viento hace que las acumulaciones sean mayores en algunos lugares y menores en otros», matiza Mora.

Hechas las salvedades, resulta que por encima de los 2.000 metros de altitud la lámina blanca alcanzó grosores de entre 2,5 y 3 metros. En el entorno de los 1.000 metros de altitud, el manto que va descongelando llegó a tener entre 1,5 y 1,75 metros y en los 500 metros hubo de 20 a 25 centímetros. El Naranco, en Oviedo, y el Picu Fario, en Gijón, se encuentran a altitudes intermedias, lo que los convirtió en lugares idóneos para jugar con trineos y deslizarse con bolsas de plástico.

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«Sin duda son valores importantes que se han alcanzado en un corto espacio de tiempo de cuatro a cinco días nevando de forma persistente», explica Manuel Mora. Las acumulaciones «tan significativas y en tan corto espacio de tiempo no ocurren con frecuencia, sin embargo, existen referencias de nevadas históricas» que también afectaron a la circulación viaria y ferroviaria, recuerda el meteorólogo. Entre los febreros que están marcados en blanco en la historia meteorológica de la región se cuentan los de los años 1888, 1947 y 1954.

La normalidad no ha llegado del todo a la región. A pesar de las horas de luz disfrutadas ayer, las temperaturas siguen deprimidas, al punto de que la Aemet mantiene activada hasta esta mañana un nivel de riesgo amarillo en la zona central y valles mineros. El pronóstico es de tiritar a cuatro grados bajo cero de mínima en las últimas horas de esta madrugada.

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