Los sindicatos de Adif y Renfe reivindican un «plan de choque» para relanzar el ferrocarril

«En el ferrocarril, no todo es AVE». Es una de las citas que se escucharon ayer en la comparecencia que ofrecieron en Oviedo los portavoces de los comités de empresa del Grupo Renfe y Adif para reclamar a las formaciones políticas de la Junta General «un gran pacto político» que permita elaborar un «plan de choque» que frene «la caída libre» que padece el servicio ferroviario en Asturias, en especial, las líneas de cercanías. Los representantes sindicales de CC OO, UGT, SFF, SEMAF, CGT y SCF recalcaron que es preciso que «la clase política se ponga de acuerdo» para dar un nuevo impulso a «un servicio público que es competitivo social y económicamente».

Por esto, criticaron que el esfuerzo inversor de las administraciones se dedique a la finalización de las obras de la alta velocidad, «en clara discriminación y detrimento» de las cercanías que, según apuntaron, mueven «unos siete millones de viajeros al año» solo en el área central de Asturias.

Respecto a ese ambicioso proyecto de conexión ferroviaria, los sindicatos apuestan por culminar la obra de la variante de Pajares, «fundamental para la larga distancia y las mercancías», pero no son tan partidarios de la conexión entre Pola de Lena y Gijón. Alberto Ramos, representantes de CC OO en el comité de empresa de Adif, señaló que la previsión de invertir 1.500 millones de euros en la alta velocidad es «desorbitada» porque la planificación de paradas en Mieres, Oviedo y Gijón no permitirá alcanzar los 300 kilómetros por hora.

Al tiempo, defendieron una planificación de inversiones que permita acabar actuaciones en marcha. Además de la variante, Luis Blanco, presidente del comité de empresa del Grupo Renfe, instó a las administraciones a «liberar los recursos necesarios» para finalizar «urgentemente» el soterramiento de las vías en Langreo, el ramal ferroviario que permitirá a la papelera de Ence en Navia operar a través del puerto de El Musel y la intermodal de mercancías de la ZALIA. Se trata de evitar el «panorama desolador» que le ofrecen inversiones suspendidas como el plan de vías de Gijón. Blanco lamentó que una actuación de más de 100 millones «solo ha ocasionado la pérdida de 600.000 usuarios».

Asimismo, han propuesto que se planifiquen actuaciones en la red de la antigua Feve para la adecuación de los anchos de vía, el mantenimiento de los trenes, la mejora de las trincheras o la implantación de la doble vía.

Por otra parte, los sindicatos ferroviarios abogaron por la reunificación de las Infraestructuras y la Explotación, que fueron divididas con la creación de dos empresas, Adif y Renfe Operadora, en 2005. Aseguraron que países como Francia y Alemania ya han subsanado «un error» que impide las relaciones entre las compañías, perjudicando «el día a día del ferrocarril y encareciendo los costes de explotación», dijo Luis Blanco.