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Ariadne Paneque, en su tienda del Mercado del Sur.
La helada retrasa la cosecha asturiana

La helada retrasa la cosecha asturiana

Berzas, repollos y lombardas mantienen su precio en las tiendas pese a las bajas temperaturas de las últimas semanas

ÓSCAR PANDIELLO

Miércoles, 1 de febrero 2017, 00:58

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La tierra asturiana aguantó, pese a sufrir algunas pérdidas, el duro empuje de las heladas invernales. Este es el balance de agricultores, mayoristas y comerciantes ante las bajas temperaturas que azotaron la región en las últimas semanas. «La huerta asturiana no ha perdido demasiada cosecha estos días, como sí ha pasado en el sur de España», explica Víctor Corral, responsable de Frutas Víctor, dedicada a la venta a mayoristas de una gran variedad de verduras y hortalizas. Según ha observado estos días, los repollos, las berzas o las coliflores siguen manteniendo sus precios estables pese a que en algunos puntos de la región se haya notado la ola de frío.

José Luis Alonso, técnico de la Cooperativa de Agricultores de Gijón, sí hizo hincapié en los problemas que surgen a raíz de este tipo de heladas repentinas. «Está bien que haga frío para que se abran los brotes, pero lo de hace unos días fue demasiado», admite. Según relata, algunos de los productores han acusado las bajas temperaturas, perdiendo parte de la cosecha típica de esta época. Aunque esta sangría no es todavía cuantificable, el frío extremo se traduce en «el necrosado de algunas hortalizas que están empezando a salir», aunque en caso de no matar la incipiente planta, «la tierra se apelmaza y la cosecha se retrasa».

Herminio Suárez, agricultor de Carreño, explica que estas pérdidas en la cosecha se dan sobre todo en terrenos al aire libre. En su caso, al cultivar en invernadero, apenas se notan los cambios térmicos: «Depende mucho del lugar donde tengas la explotación. Mientras mi plantación de patatas y lechugas apenas se ha visto afectada, otros agricultores de la zona con terrenos cerca del río sí lo han notado», afirma. Al igual que Alonso, apunta a que las consecuencias se pueden apreciar a largo plazo más que inmediatamente. «Igual la gente se encuentra con retrasos de 15 ó 20 días cuando vayan a recoger», explica.

Protesta de los consumidores

El temporal, sin embargo, afectó duramente al sur de España y al resto de Europa, lo que afecta colateralmente al mercado asturiano. Las inundaciones y las bajas temperaturas han hecho que productos como el calabacín, la berenjena o la alcachofa se hayan encarecido «el doble o el triple» desde hace dos semanas. «El calabacín ha pasado de 2,5 a 5 ó 6 euros. Los fréjoles, por ejemplo, también están a más del doble. Queremos comer de todo durante todo el año y a veces la cosa se complica», explican desde la tienda María, del Mercado del Sur (Gijón). Ariadne Paneque, que regenta La Xana, también se hace eco de los desorbitados precios de los productos foráneos. «El calabacín, el brócoli o el guisante están por las nubes. Ahora la gente tiene que pagar casi el triple que hace unas semanas», explica.

Para el consumidor, este aumento de los precios supone un reajusto de las cuentas mensuales. «Ahora tengo que ir al mercado con cuidado por los precios que puedo encontrar. El calabacín ya no creo que lo compre hasta que baje un poco de precio. Hay que mirar alternativas más baratas e igualmente sanas mientras duran los efectos de la helada», afirma Yolanda Blanco, compradora en el Mercado del Sur.

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