25-N EN ASTURIAS

«Soñamos con que algún día se proteja como es debido a las criaturas»

Bárbara García. La madre de Amets y Sara, asesinadas por su padre en 2014, sostiene que «la prevención es nula» y reclama «juzgados especializados»

Jueves, 24 de noviembre 2022

Bárbara García (Cudillero, 48 años) piensa a diario en los planes que haría con sus hijas. Con Amets, que tendría ahora 17 años, y con Sara, a punto de cumplir 15. Y en las conversaciones sobre sus amigos, las salidas, la ropa... «Las cosas típicas de adolescentes».

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En definitiva, en cómo le gustaría ser partícipe de sus ilusiones e inquietudes. «Sería feliz con mis chicas». Pero su expareja y padre de las menores le arrebató la posibilidad de vivir todos estos momentos el 27 de noviembre de 2014. Las mató a golpes en las dos horas de visita a las que, por decisión judicial, tenía derecho tras la separación de la pareja. Después se suicidó. Con la sensación de vivir «una condena perpetua», Bárbara se apoya en otras madres que, como ella, han sufrido la violencia vicaria. Entre ellas, Ruth Ortiz, la madre de Ruth y José.

–¿De qué hablan madres unidas por semejante dolor?

–No solo hablamos de nuestras criaturas en presente, hablamos de muchas otras cosas. Entre ellas, lo mal que sigue, los casos que continúa habiendo. Tenemos la sensación de que las posibles medidas que supuestamente se adoptan no valen. Hay padres que nos cuentan desesperados el calvario que están viviendo, de cómo tienen que entregar a sus hijos a un maltratador o maltratadora sin medidas de protección y nos desesperamos, pero es lo que hay. Soñamos con que algún día se proteja como es debido a las criaturas.

–Afirma que los niños y niñas han de estar por encima de toda situación familiar.

–Sí. Y si se deben de aplicar medidas cautelares mientras se solucionan los casos o evalúan los psicólogos, pues que así sea, aunque se perjudique a uno de los padres.

–¿Cómo ve la acción de la justicia con la violencia vicaria?

–No puedo contenerme. La prevención es nula. Tienen que tener juzgados un poco más especializados y Policía y Guardia Civil vocacional y voluntaria para este tipo de asuntos, tan sensibles y críticos. Lo que no se puede hacer es entregar a los niños y niñas a personas que tienen ya problemas psiquiátricos o antecedentes. Y hace falta mucha educación. Eso redunda en la prevención.

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Amets y Sara. Fotografías cedidas por la familia

–¿Ha estado la Administración a la altura con su caso? ¿Recibió la ayuda que estaba esperando?

–No ha estado nada a la altura. Todo lo contrario. Mucho vacío legal, según dicen. Mucho funcionario que te trata como si fueses un trámite administrativo más. Muchas consultas y ningún resultado.

«Ellas no querían ir»

–¿Qué echa en falta?

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–Disculpas y un trabajo. Sabiendo de mi situación, algo comprensivo y que no tuve en ningún momento. No olvidemos que mis hijas estaban en manos del que al final fue su asesino y todo porque así lo determinó un juez. Pero nadie es responsable. Nunca se pidió una evaluación psicológica, ni hablaron con ellas, que no eran tan pequeñas. Una ya tenía nueve años y podía decir lo que pensaba. Ellas no querían ir.

–A punto de cumplirse ocho años de su muerte. ¿Cómo vive ese día? ¿Qué hace?

–Con las emociones más a flor de piel. Lo vivo según amanezca. O me levanto e intento que sea un día más o directamente ni lo intento y me quedo en la cama procurando dormir para que pase pronto. Si hay algo como este año, me obligo.

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Mariposas de ganchillo en Soto del Barco para recordar a las pequeña

Soto del Barco teje mariposas desde hace dos años en memoria de Amets y Sara. «Se propuso la idea y gustó. Desde entonces se lleva a cabo el proyecto 'El latido de las mariposas', que compartimos con otra madre en mi misma situación», explica Bárbara García, en referencia a la idea que partió de Itziar Prats, madre de Nerea y Martina, asesinadas en Castellón. Este año se han elaborado más de un millar y ayer empezaron a colgarse en la plaza del Ayuntamiento. Tras los actos de hoy (lectura del manifiesto y caminata hasta La Arena), el domingo a las 13.30 habrá un acto de recuerdo en el monolito hecho en su memoria. «Un chico, sabiendo que me gustaban y que veía a las crías como dos mariposas, las talló. Me dio una grata cuando se descubrió». En Cudillero, de donde es natural Bárbara, también se talló una placa con sus nombres.

–Transcendió un poema en su memoria. ¿Escribe?

–No escribo. Leo y copio los que me gustan. Gracias a una buena amiga se publican todos los años en su aniversario.

–Cuando vuelve a ese día, ¿en qué piensa?

–Ese día lo vivo todos los días, no solo en el aniversario. Pienso en ellas en todo lo que hago y en lo que podríamos estar haciendo si estuvieran. En su pubertad y en sus cosas, como los amigos, salir, la ropa... Las cosas típicas de adolescentes. En todas las etapas que estaríamos pasando: ellas, con sus inquietudes y yo, con mis preocupaciones. Sería feliz con mis dos chicas. Sé que cualquier madre me entiende.

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–Tendrían 17 y 15 años. Imagino que pensará en los planes que harían juntas.

–Lo pienso a diario, porque aún las sigo viviendo en presente. Cuando veo a a alguna de sus compañeras de clase pasar por la calle, me imagino cómo irían las mías.

«Personas poco empáticas»

–¿Cómo es vivir con esa carga de pena encima? ¿Ha logrado encontrar algo de paz?

–Es muy duro. Solo lo entiende quien pasa por ello, está claro. Las personas poco empáticas no entienden y critican. No, la verdad es que creo que paz jamás encontraré y menos con los poco empáticos. como cuando me encuentro con comentarios como que pretendo vivir del cuento. Sinceramente, a esa gente les diría de buena gana que me cambiaba por ellos. También ocurre que algún día que estoy bien parece alguien que te vuelve a recordar todo. Esto me hunde. Hay personas que no se dan cuenta y eso es muy cruel. Por ese motivo salgo poco.

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«El padre de Olivia también es una víctima»

Eugenio García

–¿Cómo han vivido el caso de la pequeña Olivia? ¿Se sientes identificada con el padre, Eugenio García, aunque haya sido una mujer la que acabara con la vida de su hija?

-No veo las noticias, de cosas me entero a medias. La verdad es que tampoco quiero ni tengo interés en informarme mejor porque no puedo hacer nada y para lo único que me sirve es para ponerme peor por el mal funcionamiento. Digo: 'Otro caso más de una criatura que paga la ira de un ser cobarde que tira a por el indefenso para hacer el máximo dolor a la otra parte que queda viva, una muerta en vida para siempre, y el mal funcionamiento de la justicia. Que sea un padre no le va a quitar nada su pena. Es igual que sea un hombre o una mujer. A mí eso me da igual. La justicia tiene que actuar de la misma forma.

–¿Considera que el padre también es una víctima?

–Por supuesto. Independientemente del sexo, es humano y ante todo, padre.

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