Asturias aspira a ser la primera comunidad en erradicar la prostitución y la trata de mujeres
Barbón destaca la estrategia que lleva a cabo Igualdad en una jornada en la que se ha denunciado que «se quiera convertir la violencia contra las mujeres en anécdota»
Asturias quiere ser la primera comunidad de España en erradicar la prostitución y la trata de mujeres. Lo ha anunciado el presidente, Adrián Barbón, en su intervención con motivo del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Ha destacado, así, la iniciativa en la que trabaja la Dirección de Igualdad, con Nuria Varela al frente: una estrategia contra sendas maneras de «explotación» de las mujeres.
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El suyo ha sido un discurso claro y rotundo sobre la violencia invisible que sufren las mujeres. Esa que priva a las mujeres de «amistades, de libertad para vestirse, que las silencia a la fuerza, que son violadas en nombre del amor. Muertas en vida, zombis del patriarcado».
Aludiendo a «aquellos que dicen que si seguimos quejándonos por todo y reclamando sin parar sin límite, machista acabará siendo todo, hasta el respirar», ha subrayado que «hay una buena parte de la ciudadanía que aún no ha asimilado que la lucha por la igualdad abarca un frente ampliado que ocupa toda nuestra conducta».
Para acabar con esa violencia invisible, ha insistido en que «hay que asumir que existe, aceptar que muchas veces la practicamos y soportamos sin darnos cuenta porque la hemos interiorizado y banalidad y reconocer el dolor que causa».
«La enormidad de la labor radical en descubrir el código del dominio, en exhibirlo a la luz», que es lo que ha querido hacer la profesora Carmen Ruiz República en su conferencia.
Niñas a los once con órdenes de protección
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En una charla en la que ha empezado aludiendo al testimonio de Ana Orantes en televisión y que supuso «la ruptura del silencio y la activación de un mecanismo de identificacion», ha hablado de los avances, de la labor de las asociaciones, del Centro de 24 horas de Asturias, pionero en España, pero que aún queda mucho para acabar con esta lacra. Un ejemplo: en 2019, una encuesta revelaba que medio millón de mujeres decía haber sufrido violencia dentro y fuera de la pareja, pero sólo el 11% había denunciado. «La ruptura del silencio es acabar con la impunidad» y ha criticado que haya «partidos, personas que quieran convertir la violencia de género en mera anecdota».
Y ha dado datos: cuando empezó su tesis hablaba con víctimas de 14 a 16 años y «ahora las hay con 11 y orden de protección y chavales de 14 a 17 en centros de menores con medidas cautelares».
«La prostitución no puede convertirse en la gran academia sexual del siglo XXI»
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Barbón, que ha aplaudido sus palabras, ha querido reiterar sobre la dimisión pornografia que «la crítica no tiene nada de mojigato . No hay un aliento censor, sino la voluntad de advertir de una narrativa violenta, basada de forma abrumadora en la entrega incondicional de la mujer a la satisfacción inmediata del hombre. No puede convertirse la pornografia en la gran academia sexual del siglo XXI. No hay nada más triste que un joven se inicie r la sexualidad a través de la prostitución, con lo que significa de marcaje para el resto de sus dias».
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