Los agentes no dan abasto: «Ponemos más multas ahora que con el estado de alarma»

Desde finales de julio la Guardia Civil está incrementando el celo para evitar las aglomeraciones en general y los botellones en particular. El resultado es que «la cantidad de sanciones que estamos poniendo es desproporcionada, ponemos más ahora que con el estado de alarma», explica el personal del Instituto Armado. «En un fin de semana del confinamiento igual eran 50, este último se pusieron más de 300», comenta.

«Se ataja lo que se puede, moviéndonos mucho pero claro, la gente lleva mucho tiempo encerrada y privada de cosas», concede. Las patrullas que están poniendo coto al botellón acostumbran a poner dos denuncias por persona: «Una es la de beber en la vía pública, la otra la de no llevar mascarilla. Están juntos y casi ninguno la lleva». Esta última es una infracción que se apoya en la Ley General de Salud y que puede llegar a los 100 euros. La Ley de Seguridad Ciudadana de 2015 establece una horquilla entre los 100 y los 600 euros por consumir alcohol en la calle, pero es cada ordenanza municipal la que prevalece.

«La sentencia del Constitucional que anuló las multas del estado de alarma ha envalentonado a mucho negacionista que ahora se muestra más agresivo», lamenta José Huergo, responsable del sindicato de Policía Local de UGT. Aquella decisión también ha hecho mella en los agentes que «tuvieron que trabajar mucho y discutir mucho con la ciudadanía para imponer unas sanciones que al final no fueron a ningún lado».

Huego dice que un talón de Aquiles de la región es que «faltan muchos agentes para cumplir los ratios recomendados». El sindicato estima en 300 los refuerzos «y eso se está paliando pagando horas extras, que es un dinero que tiene que poner el ayuntamiento porque tampoco hay efectivos suficientes en Policía Nacional y Guardia Civil».