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El presidente del Principado acudió a Ponga, donde se celebraba en Consejo de Gobierno. A las puertas del Ayuntamiento aparecieron dos cabezas de lobo. Armando Álvarez / E. C.
Aparecen dos cabezas de lobo antes de la reunión del Gobierno regional en Ponga

Aparecen dos cabezas de lobo antes de la reunión del Gobierno regional en Ponga

El presidente del Principado, Adrián Barbón, condena lo que califica de «delito ambiental» de manera «rotunda y radical»

María Agra

Viernes, 28 de abril 2023, 13:02

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Dos cabezas de lobo en las escaleras de la Ayuntamiento de Ponga donde se celebraba el Consejo de Gobierno. Los vecinos de San Juan de Beleño se toparon con esta imagen en la mañana de este viernes a primera hora. Hasta allí se traladaron tras recibir un aviso agentes de la Guardería del Medio Natural que han colaborado con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), organismo encargado de la investigación, en la recogida y posterior traslado de los restos a un centro donde se realizará la pertinente necropsia. La Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial ha activado además un dispositivo especial de vigilancia en la zona.

Todo apunta a que se trata de una fórmula de protesta que ya se llevó a cabo años atrás en buena parte de Asturias, especialmente en la comarca oriental, y también en Salas, cuando aparecieron cabezas de lobos junto a las cunetas, en señales de tráfico, e incluso en una ocasión se encontró la cabeza y el rabo de un lobo en una piscina municipal de Infiesto.

El presidente del Gobierno, Adrián Barbón, ha calificado estos actos como un «delito ambiental», cuya investigación ya corre a cargo del Seprona. «No es lo que nosotros defendemos, mi condena rotunda y radical», aseguraba el jefe del Ejecutivo asturiano, que apuntó además que detrás de estas actuaciones se sitúan «radicales que actúan de manera ajena al cumplimiento de las leyes».

«Actos de violencia que gozan de impunidad»

Los ecologistas no han tardado en pronunciarse al respecto. La Coordinadora Ecolixista d'Asturies carga contra «actos de violencia que gozan de una alarmante impunidad, falta de persecución (nunca se localizan a los culpables) y hasta justificación por quienes ostentando cargos públicos deberían velar por el interés general nuestro y de la naturaleza y ser ejemplares en defender la imparcialidad y la legalidad». Entienden y así lo muestran en un comunicado que acciones como la que ha ocurrido en Ponga, donde han aparecido dos cabezas de lobo en las escaleras de la casa consistorial «no hace sino avivar la llama de una violencia creciente que es enemigo absoluto del debate que debería caracterizar a una verdadera democracia y de la objetividad y fundamentación científica que debería ejemplarmente guiar el funcionamiento del Gobierno y administración pública».

Asimismo defienden que el lobo es una especie en recuperación, «estuvo a punto de extinguirse y aunque haya mejorado su estado o categoría de amenaza poblacional sigue sin ser una especie no amenazada y requiere protección».

Sostienen los ecologistas que el Plan de Gestión del Lobo en Asturias y todos los programas anuales se basan en la premisa de «matar lobos para reducir daños», pero «esta idea es demostradamente equivocada». «Todas las revisiones científicas, y así incorporan las guías de muchos países, señalan que para reducir daños lo que hay que hacer es aplicar medidas preventivas. Lamentablemente el gobierno asturiano insiste empecinadamente en la errónea estrategia de matar lobos y ningunea las medidas preventivas», agregan.

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