«Tenemos que hacer que la apertura de la variante de Pajares tenga impacto económico»

Ayer no fue la excepción, pero lo que llamó la atención fue que Adrián Barbón subió un grado en la forma de expresar la exigencia del cumplimiento de los plazos. Y es que el presidente indicó que «el plazo de noviembre lo da el ministerio, pero yo soy como Santo Tomás y me lo creeré cuando tenga el pie en el andén» .

Eso sí, precisó que «la obra de la variante ya está hecha de forma completa», recordando de paso, que ya la ha recorrido al menos dos veces en viajes organizados por el ministerio, dicho lo cual el presidente respondió a las preguntas de los asistentes sobre cómo se va a estar Asturias a las oportunidades que genera la llegada del AVE, hablando, tanto de aprovechar las posibilidades de desestacionalización para el turismo, como de las mejoras de los costes logísticos para el transporte de mercancías que va a implicar la apertura de la variante. «Tenemos que hacer que la apertura de la variante tenga impacto económico», indicó, y concretó que los costes logísticos pueden reducirse «en un tercio o dos tercios respecto a los de un trazado, el de la rampa de Pajares, que es ya -siempre lo fue- decimonónico». Respecto al efecto en el turismo, afirmó que será notable e insistió en varias ocasiones en que este sector forma parte esencial del futuro. «Se reían de Pedro de Silva y Pedro Piñera cuando lo decían, pero el año pasado recibimos 2,4 millones de visitantes».

A ello sumó otras mejoras en materia de comunicaciones y tuvo una referencia específica a que durante la pasada legislatura se hicieron todos los esfuerzos necesarios para lograr que el Aeropuerto de Asturias tenga hoy, con 29 destinos, la cifra más elevada de conexiones de su historia. Es más, se mostró confiado en que gracias a eso «se pueda superar el récord de viajeros de 2007», un año en el que todavía no había estallado la burbuja inmobiliaria mundial y el consumidor medio afrontaba gastos con mucha más alegría que ahora, tras una crísis mundial económica y una pandemia.

Pero se le nota al presidente, que las inconveniencias en materia de infraestructuras y comunicaciones le afectan especialmente. Hizo referencia precisamente a las «deudas históricas con Asturias en el caso de las Cercanías de Renfe», aduciendo que «no puede ser que haya un compromiso de 1.500 millones de euros y tengamos problemas porque faltan maquinistas», como ocurrió la semana pasada, en coincidencia con el inicio de los cortes totales y alternativos de una calzada de la autopista 'Y' para finalizar las obras del tercer carril, algo para lo que el presidente dijo la semana pasada que reclamará soluciones a Renfe.

Pero no solo ferrocarriles. Barbón aseguró también que su «Gobierno de unidad progresista y vocación reformista tiene un compromiso con Asturias y será muy exigente en que se cumplan» proyectos como «la autovía del Suroccidente o el vial de Jove». Respecto a este último recordó que fueron las empresas concesionarias de las obras las que «pidieron un aplazamiento» en la que será «la segunda mayor inversión en infraestructuras civiles tras el Puente de la Constitución de Cádiz».