Asturias acogerá a dieciséis menores no acompañados que llegaron a España en patera
CH. TUYA
GIJÓN.
Sábado, 1 de mayo 2021, 01:56
Son dieciséis. Justo la edad que tiene la mayoría. Proceden de diferentes países de África y llegaron a España solos, sin sus familias, en patera. En condiciones muy duras. Ahora viven en centros de acogida de Canarias o de Andalucía, pero pronto lo harán en los dispositivos que el Principado tiene habilitados para tutelar a menores sin familia. Sean asturianos, extranjeros o, como ellos, sean Menores no Acompañados. Los populares 'menas'.
El Principado dispone de 109 distribuidas en siete centros, dedicadas al cuidado de estos menores. Y cuenta con la colaboración de ONGs especializadas como Accem y Cruz de los Ángeles. En la actualidad, son 34 los que residen en la región, a los que se sumará el nuevo grupo llegado del reparto que el Gobierno central ha acordado con las comunidades para acabar con la saturación actual en las comunidades puerta de entrada. Especialmente grave es la situación de Canarias.
«Nosotros recibiremos a dieciséis», explicó la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, que pone el acento en «la importancia de atender a todos los menores, vengan de donde vengan» y lamenta la utilización de estas personas vulnerables que ha hecho Vox en la campaña electoral de Madrid.
«No son privilegiados»
«Un mena, 4.700 euros al mes. Tu abuela, 426 euros de pensión al mes», decía el cartel de Vox, unas cifras que fueron desmentidas incluso por la comunidad de Madrid. En Asturias, las cifras están claras: cada plaza tiene un coste diario de 89 euros, lo que supone 2.670 euros al mes. El mismo coste que tienen el resto de plazas ocupadas por menores a las que tutela el Principado.
Desde el Principado se asegura que estos menores «no son privilegiados». Todos tienen por delante un largo proceso para lograr su documentación. No pueden trabajar ni al cumplir los 16, porque el permiso de trabajo llega con la residencia permanente y, para lograrla, deben pasar cinco años. Además de recordar que «están sin familia» niega la conflictividad que les etiqueta. «Desde 2018, apenas si tenemos registrados incidentes».