Asturias afronta el fin del estado de alarma con la menor presión hospitalaria en siete meses
Concluyen siete meses desde que se declaró la medida y seis desde que entró en vigor el cierre de la región y se impusiera el toque de queda
Asturias estrenó ayer medidas. Horario aún no. Para eso habrá que esperar hasta esta medianoche cuando decaiga el estado de alarma y con él, el toque de queda, fijado hasta las 23 horas. El Gobierno regional ha aflojado las restricciones en la mayoría de los sectores. «No me gusta hablar de flexibilización, sino de suavización», justificó el presidente Adrián Barbón el martes. Por lo pronto, desde ayer se puede cenar ya en el interior de los restaurantes. La buena temperatura nocturna, que hasta mañana no podrán estar abiertos hasta la 1 de la madrugada y, el mismo mensaje de las autoridades sanitarias pidiendo que, ante la tesitura, se elija terraza, diluyó la esperada imagen de comedores llenos a la hora de la cena.
Bares y restaurantes concurridos es lo más visual del nuevo escenario que se espera a partir de mañana. Han pasado siete meses desde que el Gobierno central aprobase el estado de alarma y seis desde que Asturias recurriese al cierre perimetral y el toque de queda. El síntoma de nueva normalidad llegará el lunes a la Administración, que recuperará la presencialidad. El ocio nocturno es el que permanecerá invariable. «Paso a paso», respondió ayer la portavoz del Ejecutivo, Melania Álvarez, a sus demandas. Una fórmula similar a la que empleó para la celebración de fiestas en verano. Por ejemplo, el Descenso del Sella. Aquí, el Principado se escuda en que el protocolo para los eventos multitudinarios está ahora mismo en el tejado del Ministerio de Sanidad y se está a la espera de lo que se plantee desde allí.
También estará de estreno Llanes, pero por el motivo opuesto: es el primer municipio en el nuevo modelo 4+ tras el estado de alarma. Seguirá con la hostelería cerrada en su interior aunque no se aplicarán, al igual que la resto de la región, las limitaciones que estaban bajo el paraguas del estado de alarma: el referido toque de queda, el cierre perimetral de la región -en su caso, tampoco del municipio-, o la limitación del derecho de reunión.
El levantamiento de restricciones en la región responde principalmente a una cuarta ola que nunca llegó a la región. Hace unas semanas se decía que su llegada era «inevitable». El 28 de abril, y sin que se registrase ningún pico en la incidencia, el discurso cambió. «Cada vez es menos probable», dijo el consejero de Salud. Y parece que así ha sido. Desde el pico de la tercera ola, cuando se alcanzó una incidencia acumulada a 14 días (IA 14) de 658 casos, la incidencia no ha vuelto a esos niveles ni de lejos. La fase mesetaria de abril ha dado paso a una nueva tendencia a la baja desde que arrancó mayo.
Lo sucedido en Asturias es una de las múltiples casuísticas que ha dejado tras de sí la pandemia en los últimos tiempos. Por un lado están las comunidades que, tras la Semana Santa, han experimentado picos de incidencia. Es el caso de Navarra, País Vasco o Madrid. En el extremo opuesto, Extremadura o Murcia que coquetean en los niveles de los llamados de 'nueva normalidad'. El Principado se quedó en medio. Ni subió, ni bajó. La hegemónica cepa británica impidió tener una mayor contención de casos.
El fin del estado de alarma pilla a Asturias en un nivel de riesgo medio (alerta 2), según el mapa semafórico de Sanidad. En el 1, o nivel bajo, ya están Murcia, Baleares, Galicia, Extremadura y Comunidad Valenciana.
A ese escenario de relativa calma ha contribuido un alivio en la presión hospitalaria. Era uno de los indicadores que más preocupaba puesto que, de haber llegado una cuarta ola, las UCI y plantas covid no estaban suficientemente liberadas para afrontar otro repunte de ingresos. Actualmente permanecen 47 pacientes ingresados en las unidades de críticos, el número más bajo desde finales de octubre. Esto supone una ocupación del 14,83% de las camas destinadas a estos pacientes. En España los dos extremos los representan Madrid y la Comunidad Valenciana. La primera está al 42%; la segunda al 5,8%. Si se atiende la ocupación en planta este es del 5,25%. Aquí el riesgo sigue siendo medio porque, según los indicadores de Sanidad, el corte para bajar de nivel está en el 5%. La nueva normalidad queda por debajo de ese 2%. A día de hoy a estas cifras solo han llegado Murcia, Baleares, Galicia y la Comunidad Valenciana. No obstante, la ocupación hospitalaria global en la región es la más baja desde el 20 de octubre. Dos síntomas de esta mejoría son que el hospital de Cruz Roja de Gijón ya ha cerrado las dos plantas covid que llegó a tener en funcionamiento y que Salud no tiene previsto volver a utilizar el Credine y el H144, el hospital provisional de la Feria de Muestras de Gijón.
Tres días sin muertos
La semana va acumulando varios hitos. Tres jornadas consecutivas sin tener que lamentar fallecimientos, solo un muerto en lo que va de mayo y diez en las últimas dos semanas. Esta marca no se registraba desde el 6 de octubre. Esa es la parte positiva. La negativa es ese 3,8% de tasa de letalidad que ha supuesto la pandemia en Asturias. Es la más alta de toda España cuya media se queda en el 2,2%.
En el frenazo a la sangría de fallecidos ha tenido mucho que ver la vacunación de los mayores. El 95,9% de los que tienen más de 80 años ya está inmunizado frente a la covid. El que se está vacunando actualmente -60 a 69 años- solo tiene el 8,1% con la doble pauta. Tiene sentido si se tiene en cuenta dado que el grueso de esta franja está recibiendo AstraZeneca y tendrá que esperar tres meses por la segunda dosis.
La IA 14 tardará más tiempo en cambiar de nivel de alerta. Las cifra evolucionan favorablemente pero todavía está en 111,7 casos por cada cien mil habitantes. Para bajar un escalón tiene que descender hasta los 50 contagios. No obstante, esos 111 son el dato más bajo desde finales de octubre. Respecto a ese mismo indicador a siete días (IA 7), ayer se quedó en los 42,4 positivos. Aquí también se marcó un récord. El dato más bajo desde el 15 de septiembre. Los contagios resisten aunque ayer subieron a 66. No obstante, en lo que va de mayo nunca se ha superado el umbral de los 100 positivos. En los últimos siete días no ha registrado contagios en mayores de 90 años, inédito desde el 17 de agosto.
