«No se nos ocurre otro motivo para publicar una orden tan lesiva que la absoluta ignorancia»

En torno a cuatrocientas enfermeras sin vinculación con organizaciones de ningún tipo se han unido ante la preocupación, la frustración y el enfado que les suscita la aplicación por parte del Sespa de 'Medidas urgentes y gestión de la demanda'. «No se nos ocurre otro motivo para publicar una orden tan lesiva que la absoluta ignorancia», critica el grupo en un escrito.

El Servicio de Salud implantó a principios de esta semana una serie de medidas que intentan optimizar los recursos de la Atención Primaria. Entre las medidas figura la creación de un centro de llamadas, unificación de agendas y la creación de una agenda para la gestión de la demanda no demorable -esto se refiere a toda aquella atención que el propio paciente estime que tiene que ser visto en ese mismo día-. Es, precisamente, esta última la que más irrita a los profesionales.

Se impone una agenda gestionada por una enfermera del Centro de Salud, no liberada, en la que los administrativos citarían a las personas que necesiten atención no demorable para que la enfermera que gestione la agenda, solucione el problema de salud o lo cite con su médico si fuera necesario. Es decir, que la enfermera actúe como filtro con las llamadas telefónicas que realizan los pacientes.

El grupo de profesionales califica la medida como una «buena decisión aparentemente», pero en la práctica es la enfermera la que «además de realizar su trabajo, tendría que gestionar esa otra agenda». Por ello, desde el día que se hizo efectiva la orden, el pasado lunes, han podido «confirmar nuestras sospechas de que está abocado al fracaso».

Estas doscientas enfermeras han enviado una carta a la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, mostrando su malestar ante estas medidas. Se suman así a las quejas del Colegio de Enfermería de Asturias (CODEPA), la Sociedad de Enfermería Familiar y Comunitaria de Asturias, Asociación de Enfermería Comunitaria y el sindicato Satse que criticaron que la medida «denigra a las enfermeras relegándolas a tareas burocráticas».