Asturias registró en marzo una cifra histórica de 5.784 cirugías realizadas, aunque todavía siguen en lista de espera 22.465 pacientes

Para revertir ese aumento, el Sespa ha puesto en marcha un plan estructural contra las listas de espera que pasa por intensificar la actividad en los hospitales públicos de la región, prolongando la jornada laboral de los facultativos -mediante lo que se conoce como 'programas especiales'- para poder abrir los quirófanos y las consultas en horario de tarde. Y también implica estrechar la colaboración con la red sanitaria concertada y privada, a la que se derivaron en 2024, tal como publicó EL COMERCIO, un total de 14.379 cirugías y 39.129 pruebas diagnósticas, con un coste próximo a los 22 millones de euros.

Esta estrategia ha permitido elevar la actividad quirúrgica programada en el mes de marzo a 5.784 intervenciones. Se tata, según destaca el Sespa, de «la segunda cantidad más alta de los últimos ocho años». Aunque si en algo hace hincapié el Servicio de Salud del Principado es en que la reducción más significativa de la lista quirúrgica «se concentra en los períodos más largos de espera». Es decir, entre quienes aguardan por una operación de tres a seis meses, que ahora «son 1.209 personas menos».

La lista de espera de las consultas externas también ha experimentado mejoría, aunque, en este caso, las cifras que se vienen registrando son históricas. De los datos actualizados este lunes por el Sespa se desprende que, a 31 de marzo, había en Asturias 104.380 personas esperando por una primera cita con el especialista, lo que viene a ser el 10% de la población asturiana. Esta cifra recorta en 8.894 pacientes la lista de espera existente hace un año, pero sigue estando muy por encima de los 72.441 que había a principios de 2020, antes de que estallase la crisis sanitaria del coronavirus.

En cuanto a las técnicas diagnósticas, todas ellas tuvieron una demora media inferior a los 65 días, asegura el Sespa, al tiempo que pone de relieve «las reducciones con respecto a 2024 en tomografías computarizadas (TAC) y resonancias magnéticas». En cambio, la lista de espera de las colonoscopias y las mamografías ha crecido ligeramente.