Asturias consigue una tregua del ministerio sobre el plan del lobo
Transición Ecológica deja en suspenso su aprobación, decisión que llega tras la presión de los Ejecutivos del Principado, Cantabria, Galicia y Castilla y León
El Ministerio de Transición Ecológica ha decidido dejar en suspenso la aprobación de su plan del lobo tras el escrito remitido por el Principado conjuntamente con los gobiernos de Cantabria, Galicia y Castilla y León. El anuncio, confirmado por fuente de la Consejería de Medio Rural, se produce solo cuarenta y ocho horas después de que estas comunidades dieran a conocer un escrito remitido al presidente de la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad del Ministerio, en el que solicitaban la retirada del borrador de la Estrategia para la convivencia de las actividades del medio rural con el lobo y su conservación.
El principal argumento que se esgrimía, y que discurre en paralelo al recurso contencioso-adminitrativo interpuesto, es la «orientación errónea» del documento, del que dicen estos ejecutivos que «adolece de falta de rigor técnico y científico y podría vulnerar el régimen competencial establecido».
Lo anunciado este lunes no supone en ningún caso que el Ejecutivo central haya modificado su postura y que vaya a dar marcha atrás en su plan. Pero, a diferencia de la inflexible postura que venía manteniendo hasta la fecha, se abre a dialogar y volver a sentarse con las comunidades afectadas por el borrador que pretende aprobar, lo que supone, cuando menos, el planteamiento de una tregua por parte del ministerio.
Esta pequeña victoria viene a dar esperanza a Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León en la batalla emprendida para recuperar el control autonómico sobre los planes de gestión del cánido. Este es el primer resultado del grupo técnico constituido a finales de octubre para abordar la gestión del lobo ibérico en el noroeste de la península. En el documento que remitieron al ministerio ya advertían de que la «estigmatización al sector ganadero con valoraciones sin rigor que para nada contribuyen rebajar las diferencias y avanzar en la coexistencia con la especie». A su juicio, «contradicen los datos técnicos y científicos recabados en los planes de gestión de estas regiones, en las que el lobo cuenta con un estado de conservación favorable». Aunque este lunes se celebraba la decisión, que les permite ganar tiempo, se sigue trabajando en proyectos paralelos ante la incertidumbre de si finalmente el Ejecutivo central se sale con la suya. En el caso del Principado, ya se anunció hace varias semanas que se está avanzando en la elaboración de un proyecto alternativo para controlar la población del lobo que pasaría por capturar a los ejemplares problemáticos en lugar de matarlos.