Las consultas por virus respiratorios se disparan y desbordan los centros de salud

Pablo necesitaba reactivar su receta electrónica ayer por la mañana. Lo consiguió después de tres horas pegado al teléfono y de más de 300 rellamadas a su centro de salud de Gijón. Así lo testifica el registro de llamadas de su móvil. Puede ser una anécdota, pero deja muy clara cuál es la situación de los centros de salud asturianos. En concreto, cuál era ayer, primer día laborable después de cuatro festivos. Los médicos esperaban una jornada complicada, y lo fue. Es la tormenta perfecta: «Macedonia de virus respiratorios» de todo tipo, que llega además tras dos años de mucha protección y de muchos menos virus circulando gracias, sobre todo, al uso de las mascarillas, plantillas mermadas por las vacaciones del personal y una demanda asistencial que no hace más que crecer. Y eso provoca que profesionales como Rubén Villa, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFyC) en Asturias, tuviera ayer casi un 40% de pacientes más de lo que debería. Si «lo ideal» sería no tener más de 30 y «lo pactado» es no superar los 40, la agenda de Villa tenía ayer 55 nombres.

La situación no es exclusiva aunque en otros centros, como en Puerta la Villa de Gijón, los profesionales hayan conseguido organizar las vacaciones de tal forma que de una plantilla de 13 ayer solo faltaran dos médicos y las agendas no superaran los 43 pacientes, explica Antonio Fernández, de la Sociedad de Médicos de Atención Primaria, que, no obstante, tiene la misma sensación que todos sus compañeros, de cansancio y de ver cómo se «tensiona el servicio».

Cuentan los profesionales que durante estos cuatro días festivos la demanda en los servicios de atención continuada ha sido «un exceso». Lo dice Antonio Fernández, y también María José Sánchez Trapiello, delegada de Sicepa-Usipa. Y ambos llaman la atención sobre una cuestión: la necesidad de «hacer un uso responsable de los servicios sanitarios». Ambos hablan de lo sucedido estos últimos días, con cifras realmente altas de llamadas a los servicios de emergencia y de pacientes vistos en la atención continuada. «Pensaba que después de la pandemia habríamos aprendido qué es lo realmente urgente e importante», lamentaba ayer Sánchez Trapiello. «El personal está desesperado. Y se preguntan, viendo a los compañeros de otras comunidades, si no será el momento de movilizarnos también nosotros. Y no por el dinero, no se trata de eso, sino de las condiciones». Y añade, con pesar: «Tras una jornada en la consulta, sales con la sensación de no haber hecho una buena Atención Primaria. Estamos psicológicamente afectados».

Con todo, lo que piden los profesionales es que «no se tensione más» un sistema ya de por si al límite y que se haga un uso responsable tanto de la consulta normal de Atención Primaria como de la atención continuada y de las urgencias hospitalarias. «La demanda en las guardias aumenta un sinsentido...» aseguran, lamentando que no todas las consultas se deben realmente a cosas urgentes.

Y mientras, parece que la situación da un respiro en los servicios de Pediatría, debido posiblemente a las vacaciones escolares y la falta de contacto entre iguales. Lo explica María Ángeles Ordóñez, presidenta de la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria, tras atender ayer, en una «consulta más llevadera» que hace unos días, principalmente cuadros febriles por adenovirus en población preescolar e infecciones de garganta por estreptococo.

Temas

• Gripe
• Principado de Asturias
• Asturias
• neumonía