Arquitectos europeos plantean ideas para el estuario del Nalón

Los participantes están trabajando en proyectos que serán presentados a la convocatoria, mientras tanto ayer se llevó a cabo una visita institucional a los emplazamientos objeto del proyecto, en la que participaron la directora general de Urbanismo, Laura López Díaz, y el director general de Calidad Ambiental, Pablo Álvarez, además de los alcaldes de Muros de Nalón y Soto del barco, Celestino Novo y José Manuel Lozano, respectivamente.

Se desvelaron las tres infraestructuras propuestas sobre las que los arquitectos participantes pueden realizar sus proyectos, que son el dique y explanada de Puerto Chico, en el que se plantea como objetivo una renaturalización, la recuperación ambiental de la playa de La Paloma y La Junquera; y la redacción de un plan urbanístico del entorno del antiguo astillero, todos ellos enmarcados en el estuario del Nalón que es la zona objeto de trabajo.

Según se explicó, el concurso plantea que la infraestructura portuaria de la ría del Nalón fue diseñada a principios del siglo XX como principal punto de embarque y transporte de toda la producción de carbón, pero el declive de la minería trajo consigo el abandono de la actividad, por lo que ahora es necesario reinventar el recinto portuario para dar cabida a nuevas actividades, señalan desde la organización del concurso.

Los objetivos que se plantean en estos emplazamientos, según se le explicó ayer a los directores generales en la visita, es «renaturalizar y contribuir a la adaptación al cambio climático de toda la ría, preservar y considerar el valioso patrimonio industrial local y fomentar la producción de servicios culturales, de regulación y de suministro basados en ecosistemas».

Además, se le ha pedido a los arquitectos participantes que en sus proyectos traten dar solución a problemas de la zona, como las inundaciones fluviales que afectan de forma recurrente al estuario, la mejora del ecosistema deteriorado tras décadas de actividad industrial, centrada principalmente en el tráfico portuario del carbón o la convivencia entre transiciones económicas y ambientales. «La calidad ambiental y paisajística es un atractivo para nuevas actividades recreativas propias de las zonas costeras, por lo tanto el desafío que enfrenta el estuario es compatibilizar la protección de la biodiversidad, la producción de servicios ecosistémicos y la diversificación económica», proponen.