El puerto de San Esteban sufre daños por el temporal

En la madrugada del domingo el primero de ellos amaneció con la planchada llena de hundimientos a causa de las filtraciones y parte de la zona de la barra cubierta de piedras. El Ayuntamiento, según explica el alcalde Celestino Novo, se encargó de acotar el lugar y cerrarlo a los vecinos aunque «de poco sirvió porque la gente sigue pasando».

Ayer, con el mar más en calma y parte de los desperfectos recogidos, aunque con alerta meteorológica naranja aún activada, el consejero de Fomento, Alejandro Calvo se acercó hasta San Esteban para comprobar el impacto del temporal y pedir prudencia a la población que se acerque hasta las zonas más afectadas.

«Seguimos en alerta naranja por fenómenos costeros y vientos en toda nuestra costa. Sabemos que es un espectáculo la mar, pero también es peligrosa y, por lo tanto, que se sigan todas las recomendaciones para que no tengamos ningún incidente», afirmó el consejero quien valoró las incidencias para «al cierre de este episodio se puedan tomar medidas y reponer aquellas instalaciones que se hayan visto perjudicadas».

Junto a la Delegación de Gobierno y Costas, el Principado también se encuentra valorando «situaciones como las que se están produciendo en las tres rías», del Eo, Villaviciosa y Nalón donde «tenemos algunas incidencias por inundaciones».

Al término de la visita Celestino Novo se mostró muy agradecido con la gestión y el compromiso del Principado. «Estoy encantado con Alejandro porque esto fue una cosa que ocurrió antes de ayer (sábado) y hoy estaba él aquí», celebró. Así mismo, Novo suscribió las palabras del consejero y pidió prudencia y paciencia a la población pues hasta que el temporal no finalice no se podrá empezar a trabajar en reparar los desperfectos.

Ni desde el Ayuntamiento ni desde el Principado dieron plazos, aunque lo que sí aseguró el alcalde es que una vez que finalicen las lluvias se deberá redactar el proyecto para reparar la zona afectada.

En San Juan de La Arena el temporal arrastró maderas y palos a las calles del propio pueblo que ayer ya se encontraban limpias después de que los servicios municipales llevaran labores de recogida durante la jornada del domingo. En la zona los vientos llegaron a los 30 kilómetros por hora.