Barbón al arzobispo: «¿Pretende que no acuda más a la misa del Día de Asturias en Covadonga?»
El presidente regional afirma que Sanz Montes «ofendió a muchos creyentes y gente de fe» con sus palabras contra el feminismo y el ecologismo
El presidente del Principado, Adrián Barbón, es uno de los asturianos que se sintió «ofendido» por el contenido del polémico discurso que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, pronunció el viernes en la homilía de los actos religiosos con motivo del Día de Covadonga, celebrada en la basílica del Real Sitio. «Fueron desafortunadas y ofendió a muchos creyentes y gente de fe», dijo ayer Barbón en Laviana, donde continúan los actos de celebración del Día de Asturias. Esas polémicas palabras pronunciadas por el prelado, muy críticas con el feminismo y el ecologismo, conllevaba ayer una pregunta clara a Barbón. ¿Acudirá el próximo año a Covadonga? El presidente del Principado regateó la pregunta con otra: «Esta pregunta hay que hacérsela al arzobispo. ¿Pretende que no vaya más a la misa?».
Barbón aclaró que a la misa en la basílica de Covadonga con motivo del Día de la Santina no acude como creyente, «voy como presidente en una tradición que no instauré yo, lo hizo Rafael Fernández en 1980, y acudieron todos los presidentes desde entonces». Asturias tuvo, continuó, un «arzobispo de la concordia, que desgraciadamente falleció hace poco, Gabino Díaz Merchán; intentó que Covadonga fuera un lugar de acogida, no de crispación y de tensión. Todo lo que sea crispar o faltar al respeto a parte importante de la población nunca lo voy a compartir», dijo.
Menos claro fue el presidente en su respuesta sobre si lo ocurrido el viernes en Covadonga puede alterar las relaciones entre el Principado y la Iglesia, como su socio de Gobierno, IU-Convocatoria por Asturies demanda, pidiendo «delimitar de forma clara» el marco civil y religioso. «Lo que hay son muchos creyentes y gente de fe que se mostraron profundamente disgustados», fue lo único que el presidente del Principado dijo preguntado al respecto.
El jefe del Ejecutivo autonómico asegura que Asturias «es plural, abierta y diversa». Por eso, volvió a reivindicar la Asturias feminista, «en la que apostamos por la igualdad entre mujeres y hombres y la que solo cuatro trasnochados machistas rechazan. El resto tenemos la convicción de que el futuro es feminista».
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Las palabras de Jesús Sanz Montes en la citada homilía ya recibieron numerosas críticas el mismo viernes. Solo PP y Vox defienderon su discurso contra el feminismo y el feminismo de «postureo» y el ecologismo «ideológico». El arzobispo se referían a la polémica del beso no consentido de Luis Rubiales, presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol, a la futbolista Jenni Hermoso: «Dejemos la leyenda del beso para la preciosa zarzuela de Reoyo, Silva y Paso con la música de los maestros Soutullo y Vert. Mejor esta zarzuela que los recientes sainetes jaleados con estrategias calculadas».
Más que religión
«Covadonga no es solo un espacio religioso, tiene un componente espiritual asturiano; por eso me ofendió mucho que se usara para el inicio de una campaña electoral de la extrema-derecha, de Vox; a mí jamás se me ocurriría», dijo Barbón ayer en Pola de Laviana. En su localidad natal hizo un recorrido por el mercado tradicional instalado con motivo del Día de Asturias, acompañado de la la viceconsejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, y del alcalde del municipio, Julio García.
Miró al cielo, quiso poner el acento en las altas temperaturas que se registraban por la mañana y dijo que «esto no es normal». Señalaba que es preciso dejar de hablar de cambio climático y definirlo ya como «calentamiento global que nos lleva a una crisis; hay que prepararnos para esta nueva realidad».
