Barbón reconoce que habrá «enormes dificultades» para aprobar los presupuestos de 2023

Barbón hacía estas declaraciones tras la constitución del nuevo comité autonómico, cuya composición deriva del último congreso autonómico celebrado el pasado mes de marzo, así como de los cónclaves de las agrupaciones locales que tuvieron lugar en el último mes. El comité autonómico se celebró esta mañana por primera vez fuera de Oviedo, en Cudillero, y el propio secretario general mostró su deseo de que a partir de ahora sea un órgano «itinerante», en línea a su apuesta por ser un partido «pegado al territorio». Participaron 218 personas y, a propuesta de la ejecutiva, se nombró a José María Solís Suárez presidente de la mesa, acompañado por Norma Bernal, en calidad de vicepresidenta, y de Estela Concha Piney, como secretaria.

Durante su discurso, Barbón hizo gala de la salud democrática de la Federación Socialista Asturiana frente a otros partidos. Dio cuenta de la renovación a la que se ha sometido a las agrupaciones municipales en las últimas semanas, con un 33% de nuevos secretarios generales; del rejuvenecimiento del partido y del incremento del porcentaje de mujeres entre los líderes locales. Hizo también balance de una legislatura especialmente complicada por la pandemia, la crisis de las materias primas y la invasión de Ucrania y defendió el proyecto socialista como el de la «certeza», la «estabilidad» y la «esperanza». «Somos el único partido que tenemos visión y misión para Asturias», subrayó.

Habló de los retos de futuro y, entre sus prioridades, señaló que el Gobierno regional le ha hecho «la guerra a la burocracia» al entender que es la «mayor limitación a la actividad económica». Y no obvió que, este posicionamiento, está generando tensiones con su socio de investidura, IU, que le acusa de «desregular». «Lo que pretendemos es agilizar y esa es una postura progresista. No somos conformistas y estamos dispuestos a negociar con quien sea, siempre mirando a la izquierda, pero no vamos a renunciar porque no seamos capaces de llegar a acuerdos con la izquierda en temas concretos», advirtió.

También asumió que «posiblemente hoy ya no sumemos el millón de habitantes» y, ante esta situación, mostró su intención de aprobar un gran pacto de Estado, a través de la futura ley para el Reto Demográfico, dejando la puerta abierta a medidas fiscales para favorecer la natalidad, pero sin «criminalizar» a la mujer que no quiere tener hijos como, en su opinión, está haciendo Vox con sus discursos.