«'Bolo' era un buen chico y muy confiado, todo el mundo le quería»

La comunidad dominicana estaba ayer de duelo. La muerte de 'Bolo' conmocionó a un colectivo «tocado» por un tragedia que algunos trataron de explicar. Carlos Antonio Rosario había llegado a Avilés hacía trece años, se ganaba la vida como 'chapuzas' y tenía una hija -que estos días se encuentra en Santo Domingo- de un matrimonio ya roto. Tiene tres hermanos en Avilés (dos mujeres y un varón) y uno en Nueva York.

«Era un chico muy confiado, él fue uno de los que se metió en la playa del Espartal hace unos años (en 2015) cuando se ahogó Ángela (Massiel Martínez de la Rosa)», indicaba una joven dominicana que ayer no abrió su peluquería para reunirse, en una improvisada reunión de apoyo mutuo, en una de las 'sedes' de los dominicanos en Avilés, el bar El bosque de las xanas.

Los rostros eran largos. Largos y tristes sabedores de que 'Bolo' no volverá a compartir mesa y barra con ellos. «Era un buen chico, todo el mundo le quería. El mismo jueves estuvo comiendo allí, nos dimos dos besos y le di unas mentas (caramelos) que acabo de traer de Santo Domingo», contaba Carmen Hernández con Braulio Castillo, del Bar Entrecopas, nada más conocer el triste desenlace.