«En la calle me reconocen por la voz, ¡como a Frank Sinatra!»

Nunca un municipal fue tan querido. «En Madrid tiran piedras a la policía y aquí me aplauden», comenta Raimundo García Cuesta sobre su actual relación con Noreña y sus gentes, donde trabaja. Él fue quien armado con la megafonía de su coche patrulla y mucho humor animó los días de confinamiento a sus vecinos. Los vídeos del local se hicieron virales y pronto toda España disfrutaba con las «ocurrencias» de García, quien llegó a leer una carta escrita por Pikachu a los más pequeños con su altavoz. Tal fue la acogida de sus entrañables bromas y recomendaciones sanitarias que en un año el policía ha visto recortables y camisetas con su cara impresa por las fiestas locales -algunas han cruzado incluso el charco- y no hay un menor que no le salude por la calle. «Ya no es que me reconozcan por la pinta, es que me reconocen por la voz, ¡como a Frank Sinatra!», cuenta divertido sobre su día a día.

Aun así está convencido, su fórmula del humor no funcionaría en un nuevo confinamiento. Al fin y al cabo «cada cosa tiene su momento y segundas partes nunca fueron buenas». Se compromete, eso sí, a buscar nuevas ideas para continuar haciendo más amena la vida en la villa.