Dos corredores ferroviarios con inversión similar para 2023, pero que avanzan a ritmos diferentes

Sin embargo, las diferencias en la práctica son evidentes, comenzando por que el Corredor Atlántico no dispone de un comisionado del gobierno que lo impulse, mientras que José Vicent Boira ejerce ese cargo para el eje mediterráneo desde julio de 2018. La propia secretaria de Estado de Transportes reconoció este vacío y se comprometió a nombrar un comisionado para el Corredor Atlántico antes de que acabe legislatura. Pero este no es el único agravio comparativo entre ambos trazados.

La diferencia en el ritmo de ejecución, mucho más intenso para el proyecto que recorre el este peninsular, es más que evidente. Hacia el oeste y sur de Madrid se cuentan ya más de 2.000 kilómetros de líneas de alta velocidad abiertos con vías de ancho internacional. Al norte y oeste de la capital van 847. En la fachada mediterránea ocho de las once capitales de provincia disponen de AVE con vías de ancho estándar y Murcia se conectará antes de que termine el año, restando solo Almería y Cádiz.

El contraste con el noroeste es absoluto. Ninguna capital bañada por el Cantábrico ni el Atlántico cuenta con ancho estándar y la previsión más cercana apunta a 2027, con la 'Y' vasca. El único eje de alta velocidad es el que conecta La Coruña, Santiago y Pontevedra con Orense, en ancho ibérico. En Asturias la apertura de la variante de Pajares dejará una infraestructura de alta velocidad entre Madrid y Pola de Lena, pero no hay calendario para la adaptación de los más de 60 kilómetros que restan hasta Gijón. La idea de tener un corredor trasversal del siglo XXI por la costa no se maneja más allá de algún estudio primigenio para el tramo Santander-Bilbao. Todo queda en manos de Feve, que en el litoral presta uno de los peores servicios ferroviarios del país.

Cierto es, y explica buena parte del retraso, que la orografía del noroeste dificulta y encarece la ejecución del eje Atlántico. Pero también que este retraso no ha hecho más que incidir en la pérdida de competitividad del noroeste sin que ello haya servicio hasta la fecha para trazar una estrategia de presión y aprovechamiento de las infraestructuras que llegue al nivel del mediterráneo. A esto se suma el movimiento empresarial generado en torno al Corredor Mediterráneo, encabezado por grandes empresarios de la zona, como Juan Roig (presidente de Mercadona) y Vicente Boluda (de Boluda Corporación Marítima), imposible de igualar por parte de las patronales del noroeste, o los precios de los servicios de transporte de viajeros, mucho más competitivos. Como muestra, Renfe anunciaba ayer descuentos con motivo del Black Friday con conexiones de Madrid a Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla desde 7 euros. Ninguna referencia al noroeste en la publicidad.