Fallece una anciana atropellada por un tren en el paso a nivel de Ciaño

Nadie sabe qué hacía allí, porque su casa, sus amigos y su familia están en El Entrego. Algunos apuntan que venía de comprar en una mediana superficie cercana a la estación. Otros, que procedía del Sanatorio Adaro. En lo que todos coinciden es en que la barrera de la estación de Renfe en Ciaño estaba bajada y que el tren que la arrolló pitó sonoramente e intentó frenar. Pero no lo consiguió y Priscila Rozada, de 85 años, falleció en el acto tras ser golpeada por la locomotora.

Eran las 5.05 de la tarde cuando, según todos los testigos, el tren de Cercanías que cubre la ruta entre Oviedo y El Entrego acababa de arrancar de la estación de Ciaño. Con las barreras bajadas, tanto para vehículos como peatones, y activadas las señales luminosas y sonoras que indican el paso del tren, el maquinista se encontró, de pronto, con que Priscila Rozada estaba parada en la vía.

Testigos presenciales confirman los desesperados intentos del conductor para hacerse oír por la mujer y frenar el convoy, lo que no logró. Aunque, aseguran, «solo la tocó», el golpe fue suficiente para matarla.

Un joven soldado que estaba en la estación fue el primero en atender a la mujer, pero el personal de la UVI que llegó del Adaro casi de inmediato confirmó su muerte en el acto. Su cadáver no fue levantado hasta dos horas después, para desesperación del marido y la hija de la víctima.