El carbón de Turón quiere ser diamante
Un matrimonio de joyeros del valle mierense lanza una línea de orfebrería artesana cuyo protagonista es la hulla extraída en la zona
ALEJANDRO FUENTE
TURÓN.
Miércoles, 7 de abril 2021, 02:25
En el valle minero de Turón todavía queda carbón, pero no ya de la forma en la que toda una comarca podía vivir de él, con grandes empresas y explotaciones en las que trabajaban miles de personas. Ahora todo se ha convertido en un recuerdo que se vive todos los días gracias a los muchos elementos patrimoniales que ha dejado esa industria, como el Pozo Santa Bárbara (Bien de Interés Cultural) o el Espinos, así como las sendas por donde circulaban los trenes cargados del mineral. Pero el carbón vuelve a ser algo valioso en esta población gracias a la iniciativa de una familia de joyeros que ha decidido que la piedra sea la protagonista de una línea que ya cuenta con una marca que ha sido registrada recientemente, Tucarbón Joya.
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El taller se encuentra en la propia joyería situada en la calle Santa Juan Baustista de La Salle, junto al antiguo centro escolar. Allí, en su interior Marta Baquero y su marido, Alfredo Asensio, trabajan con mimo las piezas de orfebrería. Él es todo un especialista; «comenzó con quince años siendo un aprendiz de un tío suyo». Ahora tiene 55.
El negocio tiene una trayectoria de 21 años en el valle y la necesidad hizo que surgiese la nueva idea de hacer joyas con plata y carbón. «No se puede vivir solo de cambiar pilas a los relojes», comentaba Marta. Por eso se lanzaron a usar estas piezas que son todo un homenaje a lo que fue un estilo de vida que marcó la zona. «Arrancado de las entrañas del valle por las manos surcadas de nuestros antepasados y del más reciente pasado. Recogido en las escombreras de San José por nosotros mismos y que tras un proceso de lavado, secado, tallado y endurecimiento por tratarse de un mineral bastante frágil, se engarza y fusiona artesanalmente con plata de ley dando a luz piezas preciosas, de estilos variados: clásicos, actuales y de vanguardia», señala el matrimonio.
«Es un elemento muy frágil. Se parte de una pieza grande y de ella aprovechamos un cachín porque se hace añicos»
Muchas horas de trabajo
La idea ya surgió hace unos cuatro años. «Aquí comenzó la crisis con el cierre de las minas y seguimos en ella», señalaba Baquero. «Aquí no tenemos otra cosa que carbón y comenzamos hacer algún molde de plata y a incrustar el mineral; y así surgió todo. Ahora que tenemos la marca registrada, que ha sido un largo proceso, hemos comenzado a comercializar nuestros productos por internet y, la verdad, están teniendo muy buena acogida por parte del público».
La geología en el valle fue caprichosa; de haber recibido más presión en su largo proceso de formación, el carbón podría haber sido diamante. Pero se quedó en hulla. «Son como diamantes negros, pero es mucho más frágil». Esta característica hace que no se pueda tallar para dejar una forma más o menos deseada. Por eso, se parte de una piedra grande, «y de ella igual podemos aprovechar un 'cachín' porque se hace añicos. Por eso, lleva un proceso de endurecimiento con una serie de polímeros, y lo mezclamos para endurecerlo». Se trata de un trabajo que hay que realizar con mucho cuidado y mimo. «Luego las incrustamos en piezas de plata. Cada joya es única, son siempre diferentes, no puede haber una igual por las propias características del mineral».
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El proceso el largo pero depende de la pieza; para un anillo, por ejemplo, se puede tardar unos cinco días de trabajo. «Se comienza con la fundición de la plata, el laminado, el diseño de la pieza que ya tenemos algunos afianzados; hay que lavar el carbón, cortar, prensar la piedra, endurecerlo», explica ya joyera del valle de Turón
«Acabamos de crear una línea con un diseño que evoca las figuras de las bocaminas; y se han vendido bastante bien», apuntaba Baquero.
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