Crece en el Caudal la cifra de jóvenes que padecen problemas de salud mental

Laura Fernández, de Turón, tiene 24 años: «Soy una de las muchas mujeres con TDH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) que tuvo un diagnóstico tardío y pasé una infancia con problemas de salud mental que no sabía por dónde venían». Esta joven contó ayer su experiencia personal en una de las actividades que organiza Afesa -Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias- en el Caudal; un encuentro entre jóvenes en la cafetería de la Escuela Politécnica de Mieres.

«Yo tuve la necesidad de encontrar ayuda externa en el paso de la adolescencia a la edad adulta». Laura Fernández, para evitar estos diagnósticos tardíos, indicó que son necesarios más recursos en la atención primaria para la salud mental. «Pero, sobre todo, es preciso normalizar la situación y hablar, decir que tenemos un problema». Contó que ella lo que hizo fue «enmascarar e interiorizar» en silencio ese problema; «eso se convierte en un bulto que va creciendo y explotó, que fue cuando me dije que necesitaba ayuda».

Vanesa Díaz, trabajadora social de Afesa en el Caudal, indicó, por su parte, que ha sido la pandemia y el confinamiento los elementos que han destacado esa carencia que padece el sistema sanitario para actuar en los jóvenes con problemas de salud mental. «Fueron muchos los que acudieron a sus centros sanitarios». Y va en aumento. «De cada diez personas que atendemos, nueve son jóvenes en nuestra delegación».

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