Desescolariza a su hija de 15 años en Mieres «porque sufre graves amenazas»
«La he tenido que sacar y dar de baja del centro porque me la iban a matar. Lo único que hace es estar en su habitación sin parar de llorar»
A. FUENTE
MIERES.
Miércoles, 19 de octubre 2022, 01:04
Olga -prefiere no facilitar sus apellidos para no ser identificada- ha adoptado una drástica resolución con su hija de 15 años: la ha sacado del centro educativo de Mieres, en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Batán, y la ha dado de baja porque denuncia que sufre acoso «por un grupo de compañeros». Asegura que la situación era totalmente insostenible. «Si no hago algo me la matan».
La hija de Olga comenzó este curso los estudios de FP de Peluquería en el centro, donde ya había cursado los primeros años de la E.S.O. «No quiso hacer cuarto y se decantó por la Formación Profesional». Señala que, anteriormente, ya hubo una serie de amenazas contra la chica, «pero era ella misma quien me decía que lo dejara pasar. Pero ya no podemos más».
Fue la semana pasada cuando la madre tuvo que acudir hasta el lugar. «Fue un grupo de unos quince alumnos del centro que la encerró en el baño de una cafetería cercana. Las amenazas eran de muerte».
Desde Educación se tiene conocimiento de este caso y se indicó ayer que la dirección del instituto contactó con el Servicio de Inspección para informar de una denuncia, que podría constituir un posible caso de acoso, y para comunicar que iba a activar el correspondiente protocolo.
La madre, por su parte, asegura que acudió al centro y que, efectivamente, habló con la dirección. «Simplemente me dijeron que no podían hacer nada. Me puse como una loca porque considero que no es lógico que acosen a una estudiante y no se actúe», se queja la mierense. «En el propio centro se me enfrentó una de las chavalas que amenazaba a mi hija y no se hizo absolutamente nada», lamenta.
Segundo caso
«La niña está en su casa; intenté matricularla en otro centro -con quince años tiene la obligación de estar escolarizada-, pero me dijeron que ya no había plazas», informa la madre. «No quiere salir de su habitación y se pasa el día llorando. Me dice que no quiere vivir y que prefiere quitarse ella misma la vida a que la maten en la calle. Tristemente, en estos casos solo se actúa cuando hay sangre y no antes», lamenta Olga.
El curso pasado, otra alumna de la especialidad de Peluquería también denunció acoso en el centro por parte de otras compañeras. En este caso, tenía 17 años y su madre decidió interponer una denuncia en la Guardia Civil. «No quiero acudir a la Policía por no empeorar las cosas, tengo miedo a la represalias y la niña ya tiene bastante miedo», señala Olga.
