Una doctora atiende en Blimea a 70 pacientes al día al no cubrirse una baja

El consultorio médico de Blimea vive una situación límite. Una sola doctora, sustituta, atiende casi a diario a más de setenta pacientes. Una carga de trabajo que está asumiendo desde el pasado mes de septiembre cuando el otro doctor que tiene plaza en dicho centro tuvo que coger la baja médica. Entre ambas consultas gestionan cerca de 3.000 cartillas sanitarias. Un volumen de pacientes que hace que cada día las llamadas para consultas se disparen.

Los blimeínos se quejan de que «solo envían algún día a otro médico a que la ayude. El resto atiende a todos los que puede haciendo un gran esfuerzo», apunta Carmen Peláez, una de las usuarias. Gracias a la labor que está realizando la doctora y a la paciencia de los usuarios, el día a día del centro se desarrolla con más o menos normalidad. «A veces esperamos por la doctora si tiene que salir a una urgencia, pero se lleva con resignación, porque cuando te atiende no tiene prisa y te escucha», añade José Fernández mientras espera su turno en la sala de espera del consultorio local.

El temor de los usuarios es que se tarde demasiado en cubrir la baja médica del otro doctor. Por ello, reclaman a Salud que «tome medidas de inmediato y que dote al centro de los dos médicos de familia que le corresponden».

Si no, aseguran, «vamos a tomar medidas y a concentrarnos delante del ambulatorio, porque no puede ser que tengan a una buena doctora asumiendo más de lo que puede», apostilla Peláez. «Estamos siendo pacientes con la situación y esperamos en ocasiones más de media hora para ser atendidos, pero no es justo para la médica. Acabaremos todos por ir a las urgencias para ser atendidos», puntualiza otro de los usuarios de este consultorio médico, donde los ánimos comienzan a alterarse ante la falta de un doctor.

Los problemas por la falta de profesionales llevan años afectando a este consultorio médico y los cerca de 3.000 usuarios consideran que «no es normal que estemos siempre en la cuerda floja. Si hay una baja médica en la plantilla del ambulatorio, sufrimos todos los blimeínos», indican.

Hace un año se enfrentaron a una precariedad sanitaria aún más grave con uno de los médicos de familia de baja médica y la falta de un pediatra que obligaba a que los menores de catorce años tuviesen que acudir al centro médico de Sotrondio o al de El Entrego para ser atendidos.

La solución pasó entonces por asignar varios días a la semana a un pediatra al centro, algo que se mantiene en la actualidad y que cubre consultas y revisiones, y por cubrir la baja médica del doctor de familia.

Ahora los usuarios esperan que sus reclamaciones sean atendidas pronto para contar con la plantilla suficiente y que no haya tantas esperas para ser atendidos por los médicos.

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