El edificio de Venturo rebaja su precio de venta ante la ausencia de compradores

En 2005 las instalaciones del pozo fueron rehabilitadas para instalar una empresa cartográfica, Venturo XXI. Una iniciativa que sólo duro cinco años tras quebrar la empresa y dejar una enorme deuda tras de sí. Como consecuencia de esta situación, el edificio principal de la vieja explotación minera terminó siendo propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, más conocida por su acrónimo Sareb, el 'banco malo'. La Sareb lo puso a la venta por un millón de euros. Pero, ante la falta de interés, a día de hoy se oferta por un precio negociable. Las instalaciones, con una superficie total de 3.652 metros cuadrados, están en un estado de conservación pésimo, tras más de una década de abandono y de ataques vandálicos que convirtieron su interior en escombros. Actualmente, además, dicha instalación está catalogada en el mercado financiero como un «activo tóxico».

Mientras se espera un comprador para el edificio, las obras para la construcción del polígono industrial de Venturo han comenzado. La inversión total necesaria para urbanizar todo el polígono asciende a 1.382.314 euros. Y su desarrolló se acometerá en tres fases independientes, por lo que una vez concluida la primera se podrá poner en funcionamiento si hubiese empresas interesadas en ubicarse en este emplazamiento entreguín.

Los primeros trabajos se centran en la zona de los accesos, la confluencia con la carretera AS-338, a la altura de la localidad de La Llave.

Los trabajos tienen un coste aproximado de 600.000 euros, financiados con fondos mineros, y el plazo de ejecución de las obras es de cinco meses, por lo que deberían concluir a finales de año. La idea de desarrollar el polígono ya es antigua. El plan parcial para la ordenación del antiguo pozo minero se redactó en marzo de 2007 con el objetivo de impulsar el desarrollo de esta área industrial.