La historia de Melina, «que quería vivir sin pedir permiso para ello»

En medio del escenario había tres asientos. Uno, estaba ocupado por el presentador del acto, el vicealcalde del concejo Manuel Ángel Álvarez. En otro, el cantante Víctor Manuel San José. «Melina quiere vivir sin permiso para ello», clamaba ante el auditorio. Porque la protagonista está marcada por la Revolución del 34 en la Asturias minera, época y lugar de nacimiento; por el inicio de la guerra civil y por lo que vino después. Era la hija de un revolucionario para quien los cambios que reclamaba para la clase trabajadora no los consideraba para dentro de su propia casa, donde la mujer seguía estando en un segundo plano.

«Melina fue creciendo y la mirada de su padre hacia ella siempre fue desconfiada», revelaba Víctor Manuel en su semblanza de la obra. «Las mujeres durante la guerra se sentían libres, habían vivido una tragedia brutal, pero sin hombres que las maltraten. Cuando todo acabó la rutina infernal regresó». En ese ambiente creció Melina, continuaba el cantante, quien avanzaba que la protagonista encontró un faro en el camino, su maestra Lucrecia: «'No dejes que nada ni nadie, ni Dios en lo más alto, te imponga límites, te impida ser tú'». La joven viaja de Mieres a Bilbao, donde va a embarcar para iniciar una nueva vida. Y, admitía el mierense, se quedó ahí en la lectura. «Estoy en la página 257 y quedan 150 para llegar al final».

Lucas tenía material para la obra, pero no se lanzaba a escribirla. Relataba que había muchas historias de la familia que había recogido su padre, quien también tenía inquietudes literarias.

«Las tenía mecanografiadas. He cogido algunas cosas y otras me las he inventado. Suceden hechos que ocurrieron en parte. Pero sí que se va a reconocer ese ambiente de un pueblo minero a pesar de ser un relato de ficción. Solo quería contar una historia de la forma más poética que he podido», explicaba el periodista sobre su última obra.