Langreo recibe los documentos de cesión de suelo de la térmica de Lada

Son varias las propuestas que deben analizarse, la última la presentó el sindicato SOMA-FITAG-UGT. Propone la construcción de una planta de reciclado de baterías de vehículos «de movilidad urbana, automóvil y vehículo industrial», para un aprovechamiento de las materias primas que componen dichas baterías. La central considera «de justicia» que esta industria se asiente en territorio minero y la planta de Iberdrola se antoja una de las opciones.

En el verano de 2022 el Ayuntamiento langreano, entonces en manos del Partido Socialista, valoró presentar un proyecto redactado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para lograr fondos provenientes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -ayudas de la Unión Europea- con los que hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia. La subvención que se solicitaría era de cuatro millones de euros, la cuantía máxima que se podía conceder en esa convocatoria destinada a iniciativas municipales para infraestructuras ambientales, sociales y digitales.

El proyecto de restauración del cauce del Nalón incluía la habilitación de 2,4 kilómetros de sendas en una actuación que abarcaba un tramo de un kilómetro de largo. La actuación también haría posible el desarrollo de usos alternativos al de la central térmica en el suelo colindante, que actualmente estarían limitados al estar calificados como inundables. Los socialistas renunciaron a presentarlo alegando, entre otras causas, que no habían podido analizar toda la documentación, y al no tener clara la financiación total del mismo.

En 2020, la central térmica de Iberdrola en Lada cesó la producción de electricidad tras más de 70 años en funcionamiento. En la actualidad se está ejecutando el plan para desmontar las instalaciones de dicha central térmica. Este proceso de demolición se está ejecutando poco a poco, sin explosiones. Se viene desarrollando desde finales de 2021 en el marco de un plan de obra que se prolongará durante tres años y con un coste aproximado de 17 millones de euros.