Maricuela: «No disfruté de infancia ni de juventud, pero tengo la vejez más feliz»

Su prodigiosa y serena memoria, unida a un respeto por la democracia y por el resto de ideas han convertido a la histórica militante socialista Ángeles Flórez Peón, 'Maricuela', en una de las figuras más y respetadas a la hora de hablar de la Guerra Civil. Ayer recibía el premio Pozo Fortuna por sus valores democráticos y de recuperación de la memoria histórica.

A punto de cumplir los cien años, 'Maricuela' -nombre que adoptó de una obra teatral que interpretó- se considera «muy demócrata, socialista y creyente, no tanto en ideas como en las personas buenas. Por eso no guardo rencor a nadie». Quizás por eso ayer explicaba que el galardón que ayer le entregaron le hace recordar: «Vi a gente morir en el frente y a otros fusilados. Nunca los olvidé. Hasta mi último suspiro los recordaré. Este premio lo recogeré en nombre de todos ellos».

Maricuela vivió la revolución del 34 y, durante la Guerra Civil, con 17 años, se alistó como voluntaria para alimentar a quienes pelaban en el frente de Oviedo. Fue encarcelada, pasó por un Consejo de Guerra y tuvo que exiliarse «escapando de la muerte con 29 años».

«Me tocó vivir un poco de todo. Personalmente no soy nadie, pero tengo la historia en mi cabeza y al parece interesa mucho. A mi me interesa que se sepa todo lo que pasó para que no vuelva a repetirse, eso es lo que me interesa», manifestó.

Mirando a su alrededor, no podía evitar emocionarse: «Es muy grato ver a tanta gente que me aprecia. No disfruté ni de mi niñez, ni de mi juventud, pero tengo la vejez más feliz del mudo. Ahora estoy encantada con todos a mi alrededor». Con una sonrisa imborrable en su rostro añadía estar «encantada con la prensa. Quiero que divulguéis la verdad, la historia de España, para que no se repita», pidió.

'Maricuela' estuvo ayer arropada por los suyos, comandados por el secretario general de la FSA-PSOE. Adrián Barbón subrayó que «la izquierda no puede olvidar» y defendió la memoria histórica «porque la defensa de la libertad y la democracia costó muchas vidas y el olvido contribuye a que la dignidad de toda las personas que murieron por defender la libertad caiga, se arrincone y desaparezca en las páginas de la historia».

Un año más, el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez (IU), no faltó a la cita del Pozo Fortuna, convencido de que «somos muchos los que pensamos que está sin resolver la posguerra más dura, mientras sigamos olvidando a todos los que yacen en las cunetas olvidados. Tenemos que rehabilitar su memoria y atender a las peticiones de sus familiares que están luchando por recuperar sus restos».